Las aguederas de Calaceite pusieron el domingo el broche a dos jornadas de actos con la misa de rigor en honor a la santa. La junta, tras haber tomado posesión de sus cargos como mandatarias municipales por un día, presidieron la eucaristía que terminó con una procesión. Llevaron a la patrona a hombros en el interior del templo, una vez el cura bendijo los dulces que apenas unos minutos más tarde se degustaron. Fueron las propias aguederas, -13 en la junta-, las que se ocuparon de repartir las típicas ‘tetillas’ y otros dulces como aperitivo a la comida.
En la Fonda Alcalá se reunieron a comer para cerrar dos días de fiesta en hermandad a las que se sumaron unas 150 personas entre mujeres, jóvenes y niñas. Allí se tanteó a las voluntarias para formar la junta que tomará el relevo a la actual, constituida en 2020. «Ese año hicimos fiesta, el pasado fue algo muy simbólico con una chocolatada y este por fin sí que lo hemos podido celebrar como siempre, tuvimos baile hasta las dos de la madrugada y ha salido todo bien, esperamos que salgan más mujeres que continúen», dijo Noelia Estupiñá, que ejerció de alcaldesa durante la jornada de domingo.