La alcaldesa afirma que no dimitirá: «Si quieren que me vaya, que me echen porque yo no voy a dimitir».
El Partido Socialista de Andorra ha acordado iniciar una ronda de contactos para abordar la futura moción de censura.
Después de que hace una semana no saliera adelante la cuestión de confianza a la que se sometió la alcaldesa, Sofía Ciércoles (IU), y se abriera un plazo automáticamente de un mes para llevar al pleno una moción de censura, los socialistas han considerado que deben de ser ellos quienes lideren el diálogo con el resto de fuerzas políticas para buscar una solución a la crisis municipal, que estalló con la ruptura del pacto de Izquierdas en 2016 y que se ha agravado en los últimos meses.
El PSOE es la segunda fuerza política del consistorio- con tres concejales frente a los cuatro de Ganar-IU- y reconoce que es su «responsabilidad». «A priori, no vamos a presentar a ningún candidato. Simplemente creemos que es necesario analizar la situación actual y que nos corresponde dar un paso», dijo el portavoz del PSOE, Antonio Donoso. El exteniente de Alcalde es consciente de la dificultad de encontrar un candidato de consenso entre PSOE, PAR, PP y Asamblea.
CHA quedaría descartado puesto que su único concejal, Marco Negredo, mostró su «confianza» a la alcaldesa. «Creemos que debemos trabajar juntos. Todos nos podemos equivocar», dijo para argumentar su confianza. Respecto al nuevo camino que se abre, Donoso reconoció que «es prácticamente imposible porque se necesita mayoría absoluta del pleno, es decir, al menos 7 votos favorables al candidato».
No obstante, el grupo socialista no descarta poder apoyar a otra persona del propio partido del Gobierno. «Podríamos hablar de apoyar a otro concejal de IU que no fuera Sofía Ciércoles. No estamos cerrados a nada. Es la alcaldesa la que no tiene nuestra confianza», dijo. El portavoz esperaba que, al no recibir la confianza del pleno, Ciércoles diese un paso atrás.
Por su parte, la alcaldesa no está por la labor: «No voy a dimitir. Si quieren que me vaya, me tendrán que echar», subrayó. Destacó la «honestidad» de IU al haber negociado y hablado con los partidos siendo conscientes de que gobiernan en minoría. «Lo que no voy a hacer es luchar contra una pared porque el PSOE decidiera votar en contra pidiendo que cambiemos el abogado para el juicio del agua. Por ese chantaje no vamos a pasar», añadió.
En espera de la llamada
A la espera están también en las filas del PP. Primero, de su reunión interna con los afiliados. «Es un tema muy serio y donde debemos decidir los pasos», dice Silvia Quílez.
Desde el PAR consideran que el paso debe darse desde PSOE y PP, los partidos mayoritarios en votos. «No tendría sentido que se vote en contra y que luego nadie presente candidato», añade Juan Ciércoles, que tampoco desestima un apoyo a otra persona de Ganar-IU. «La alcaldesa lleva seis años con unas directrices que no compartimos», añade. «Debería haber dimitido al no haber superado una cuestión de confianza».
Damián Martínez, portavoz de Asamblea Abierta, habla de «auto-moción de censura». Para Asamblea, los presupuestos deberían haberse vuelto a dialogar pero «no fue así». Martínez coincide en que la cuestión de confianza es con Ciércoles y «no con el resto del grupo». «El foco está en la gestión de la alcaldesa, que lleva este Ayuntamiento como si fuera una gestoría», dijo. «Soy uno solo, no soy decisivo y por eso deben ser los otros los que inicien movimientos», concluye.
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