Muchos andorranos han cambiado sus vestimentas habituales por capas de pieles y túnicas este fin de semana para viajar, un año más, al siglo II a.C. y celebrar la feria Lakuerter Íbera. La decimotercera edición todavía ha estado marcada por las restricciones a causa de la pandemia, que sin embargo no ha deslucido los actos que se han mantenido en el programa, contando todos ellos con una gran acogida entre el público.
«Nos ha sorprendido que a pesar de que este año la Lakuerter no ha tenido la dimensión que en ediciones anteriores, los datos de asistencia han superado a los de otros años, la gente sigue mostrando un gran interés por la fiesta. Estamos muy satisfechos», ha manifestado Margarita Santos, concejal de cultura del Ayuntamiento de Andorra.
La programación de este año ha terminado con una visita teatralizada por el poblado ibero «El Cabo» de la localidad minera. En torno a un centenar de personas no han querido perderse la ocasión de conocer cómo se defendían sus antepasados, gracias a las explicaciones de un soldado, y los diferentes oficios de los ciudadanos de la aldea: las jarras y vasijas realizadas por la alfarera, los vestidos por las costureras o los cestos por la artesana.
Los miembros de la Asociación de Sedetanos del Cabo han sido los encargados de guiar a los visitantes por la aldea explicando su funcionamiento. Además, los vecinos y visitantes han tenido la oportunidad de conocer cómo se desarrollaba un acto fúnebre cuando fallecía un miembro del poblado. La sacerdotisa ha sido la encargada de purificar el espíritu del difunto. Y los aldeanos han honrado con un baile su memoria, acompañados por las melodías de los músicos.
Muy vinculado a este poblado está el pregonero de este año, José Antonio Benavente, exgerente del Consorcio de Patrimonio Ibérico de Aragón. En su discurso de apertura de los actos, celebrado el viernes, Benavente quiso subrayar lo inédito que es este proyecto en la arqueología española. «Puede ser un recuro cultural y turístico muy importante para Andorra porque tiene unas posibilidad únicas, pero todavía falta mucho trabajo».
Tras el pregón se entregaron los premios de los concursos convocados por el consistorio, con la colaboración de la Asociación Empresarial de Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín. Reyes Portero se alzó con el galardón por su cartel anunciador, Almudena Bielsa fue la vencedora por su decoración en la fachada, balcón y ventana con unas lonas y dibujos íberos iluminados con antorchas, peluquería Stilo por sus reproducciones de cerámica, escrituras, escudos y cascos. Y Emilio Gastrogrill se llevó el triunfo en el primer certamen de tapas, con su propuesta «Del campo y la montaña», un falso risotto elaborado con trigo, en lugar de arroz, y acompañado de, trompeta de la muerte y cantarela. «Hemos utilizado productos que podían consumirse en tiempo de los iberos, por lo que hemos usado setas de la zona del Matarraña, y trufa de la zona, ahora que empieza su temporada», explicó Emilio Belenguer. La tapa ha tenido una gran acogida entre los clientes del establecimiento.
Sábado de presentaciones, combates y rituales
La plaza de toros ha sido el escenario de los principales actos de este año. El sábado por la mañana se realizó la presentación de los nacidos a los dioses. Lubo, el anciano del clan del Ciervo fue el encargado de presentarles al resto del poblado. Asimismo la sacerdotisa hizo su presentación a los dioses, y el príncipe pidió a los guerreros que apadrinarán a los más jóvenes para que colaborar en su formación y protección. «Teníamos muchas ganas de volver a celebrar estos actos, es una pena que la fiesta del poblado no se haya podido realizar, pero esperamos recuperar todos los actos al año que viene», declaró Emilio Gracia, Lubo en el clan del Ciervo.
Por la tarde, el coso de la plaza acogió la lucha de gladiadores, uno de los actos más populares entre los vecinos y visitantes. Y en la Devotio Íbera se recreó el ritual de consagración por el que un joven íbero juraba lealtad a su patrón, al que debía servir en adelante.
Andorra echa el telón un año más la Lakuerter Íbera, fiesta de Interés Turístico de Aragón, mirando con ilusión a la próxima edición, en la que esperan poder volver a disfrutar de la fiesta con los clanes en la calles.
Músicos y danzantes actuaron durante la presentación de los nacidos a los dioses. / L. Martínez Familia del poblado íbero. / L. Martínez Familia del clan del ciervo. / L. Martínez Los músicos del poblado íbero después del acto de presentación de los nacidos a los dioses. / L. Martínez Familia del clan del Ciervo, tras la presentación de los nacidos a los dioses. / L. Martínez Emilio Belenguer ha sido el ganador del primer concurso de tapas de Lakuerter. / L. Martínez La sacerdotisa encabeza el ritual en el que se despide a un miembro del poblado. / L. Martínez Danzantes del poblado íbero El Cabo. / L. Martínez Comerciantes a su llegada al poblado El Cabo durante la visita teatralizada. / L. Martínez Alfarera del poblado íbero con vasijas y jarras elaboradas en el horno de leña. / L. Martínez Miembro de la Asociación de Sedetanos durante la visita teatralizada. / L. Martínez Guerrero en el poblado íbero El Cabo. / L. Martínez Artesanas en el poblado íbero El Cabo durante la visita guiada. / L.Martínez
En mi opinión la palabra ibero no es esdrújula, por lo tanto no debería acentuarse.
ibero -ra o íbero -ra. 1. ‘De Iberia’ y, especialmente, ‘de un pueblo hispánico prerromano que habitaba el Levante español’. La forma llana ibero, acorde con el étimo latino, es la preferida en el uso y la más recomendable; pero también se documenta, y es válida, la forma esdrújula íbero, acorde con el étimo griego.
Segun la RAE.