El puente de la Constitución ha tenido una incidencia prácticamente nula en el sector turístico del territorio bajoaragonés debido al confinamiento perimetral. Los aragoneses tan solo se pueden mover por su provincia y no se pueden recibir visitantes de otras zonas del país por lo que las reservas han sido prácticamente nulas salvo casos muy contados. Los clientes potenciales, catalanes y valencianos, también se encuentran en confinamiento perimetral por lo que muchos establecimientos permanecen cerrados.
La campaña de ofertas especiales para los vecinos de la provincia «La suerte de ser de Teruel» no ha funcionado y los turolenses no se han movido. La suscribieron un centenar de empresarios y partió de diferentes asociaciones comarcales.
El presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur), Jesús Marco, califica la situación de «catastrófica» debido a que los visitantes habituales no pueden viajar. «Estamos prácticamente a cero», apunta Marco.
Ni tan siquiera las zonas más visitadas como el Matarraña, el Bajo Aragón o el Maestrazgo han recibido visitantes.
En el Matarraña tildan el puente de «muy negativo». «Es imposible trabajar solo con clientes de la provincia. No se ve a casi nadie y los que han salido se habrán repartido», explica Marta Ferrás, presidenta de la Asociación de Empresarios del Matarraña. De hecho, la mayoría de establecimientos grandes ya se encuentran cerrados y con la plantilla en Erte; y los que permanecen con la puerta abierta por si suena el teléfono son autónomos con casas rurales.
Uno de los hoteles que «resiste» es la Fonda la Plaza de Valderrobres. Sin embargo, no ha contado ni una sola reserva en todo el puente y tan solo un par de comidas para llevar cada día. «Desde que estamos en confinamiento perimetral apenas se mueve el turismo, las reservas que se realizan en la zona es por trabajo. Nosotros seguiremos abiertos, lo seguimos intentando aunque la situación es muy complicada», reconoce Loli Collantes, gerente de la Fonda la Plaza.
El confinamiento perimetral también ha impedido que lleguen al Maestrazgo sus principales visitantes, los valencianos. A ello se le suman las bajas temperaturas, que impiden que se pueda consumir en las terrazas tal y como obliga la fase 3 agravada en la que se sitúa Aragón. «Con los termómetros a cero y nieve en los puertos no se mueve la gente. Tan solo están abiertos algunos bares y dependiendo de cómo sale el día levantan la persiana unas horas para dar servicio a los del pueblo», apunta Pilar Beltrán, presidenta de los empresarios turísticos del Maestrazgo.
Los asociados de la asociación Turismo Bajo Aragón tampoco han recibido reservas en estos días salvo casos concretos ligados a Motorland en la capital bajoaragonesa.
En Alcañiz, la Oficina de Turismo ha recibido a visitantes a cuentagotas. El día con más afluencia fue el sábado con 15 personas, muchos de ellos trabajadores que han aprovechado que no pueden regresar a sus localidades para conocer la ciudad. Un dato que contrasta con el puente del Pilar, cuando se recibieron a 1.000 personas en cuatro días.
Mdgr dice
No es comprensible que mantengan los cierres perimetrales en Aragon, que la condensación de gente se concentra en Zaragoza capital no pudiendo ir gente a la otras dos provincias donde en cualquiera de sus pueblos hay amplios espacios donde no convives con nadie y si se pueda ir a un centro comercial con más de 15000 personas en Zaragoza arruinando toda la economía regional
Javier Molina dice
Esta semana el Matarraña era un solar.
Espero que esto sirva para valorar más lo que tenemos. Ya que a veces parece que nos sobra la gente. Pues mira, mucho tiempo más así y sabremos lo que es despoblación y desaparición de negocios.
No digo que no tengamos que respetar las normas, pero mientras las normas sean igual para Zaragoza que para la Fresneda esto es lo que hay.