La nueva distribución de la plaza de la Parroquia, sin aparcamientos, ha suscitado algunas quejas.
La nueva urbanización de la plaza de la Virgen de Híjar, más conocida como de la Parroquia, no ha gustado a todo el mundo. Hace alrededor de un año y medio se abrió de nuevo al tráfico tras meses de reformas y lo hizo sin los aparcamiento que tenía y con una placa añadida de prohibido aparcar en toda la plaza.
Sebastián Paniagua, un joven hijarano residente en Alcañiz, no ocultó su malestar por una multa que recibió por aparcar el 12 de junio, un domingo a las tres de la tarde, cuando acudió a comer a casa de su familia.
Recurrió la multa pero se le denegó y hace dos semanas abonó el importe al vencerse el plazo. «El problema no es la multa porque reconocí los hechos, el problema es que a cualquier hora que pasas por allí siempre hay coches y nadie se lleva sanción. Tampoco estuve todo el día, solo un rato», lamentó.
«En el Ayuntamiento me dijeron que para ir a la tienda a comprar o para un momento puntual, no hay problema y eso es lo que no me parece justo. Ese día me tocó a mí, pero esas distinciones no las comprendo», denunció. «Dijeron que antes de poner la señal habían advertido con papeles pero yo no vivo en Híjar y creo que no es forma».
Para el joven, la explicación de un momento puntual no es válida ya que hay una placa con prohibido aparcar en toda la plaza pero, «en ningún sitio pone que se permite para ir a comprar».
La distribución no se cambia
Desde el Ayuntamiento son firmes y resaltaron que el denunciado asumió los hechos, por lo que, aceptar el recurso no se contempló. «Una cosa es parar un momento, que creo que es razonable», aseguró el alcalde, Luis Carlos Marquesán.
Respecto a una posible reorganización del tráfico y el estacionamiento en la plaza fue rotundo. «Cuando la reformamos se decidió dejar la plaza diáfana por varios motivos, sobre todo, porque a 150 metros en la zona del polideportivo hay aparcamiento de sobra», dijo.
«Además, si no tomamos una medida así, la plaza que no es muy grande siempre está llena de coches porque todos queremos aparcar en la puerta y no caminar unos metros», añadió. «Es un caso claro de una infracción y las normas están para cumplirlas», concluyó.
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