Rafa Maza actuó el sábado en el Teatro de Alcañiz en el tercer espectáculo del Mes de la Comedia
¿Qué es «Solo Fabiolo»?
Es un espectáculo de humor que lleva unos cinco años en los teatros y cada vez con más actuaciones. Es un personaje al que le tengo mucho cariño porque nació en la calle en el año 2012 cuando Madrid iba a ser olímpica. Se me ocurrió hacer una performance y a partir de ahí desarrollé un texto más elaborado y con más personajes. Es una de las sorpresas que se lleva el público, también imito a personajes como Fernando Fernán Gómez, Salvador Dalí, los presidentes del Gobierno de la democracia… También hago malabares y magia, ¡es todo un show!
¿Cómo se consigue prolongar un espectáculo cinco años?
Lo que me dicen es que es un espectáculo muy fresco porque Fabiolo es capaz de decir cosas al público que no ofenden y que son muy divertidas.
Con todo lo que pasa en este país, prácticamente tendrás que cambiar el guión cada semana…
Cuando empecé estábamos en plena crisis y ahora supuestamente hemos salido de ella pero se siguen hablando de los mismos temas. El «mangoneo» en España sigue siendo el mismo al igual que los protagonistas. Algunos están en la cárcel, otros mandan todavía… hay que criticarlo y si es con risas, mejor.
Introduces actualidad local, ¿cómo te documentas?
Es cuestión de preguntar al técnico o al jefe de sala. Hay lugares comunes en todos los lugares, solo con la rivalidad con el pueblo de al lado ya tienes un chiste.
¿Hay pijos más allá de Madrid?
Sí, he estudiado a los pijos de Bilbao, Barcelona, italianos, mexicanos… es una pose de vivir la vida sin problemas y una superficialidad.
¿En Aragón de qué podemos reirnos?
(Risas) Creo que protestamos poco, yo que vivo en Madrid veo que en otras zonas le echan más morro. No tenemos tanta cara.
Eres oscense, solo con la rivalidad de Huesca con Zaragoza ya hay para muchas bromas.
Recuerdo de joven ir a la Plaza de Toros y cantar lo de «cheposo el que no bote» (risas). Ahora con el fútbol… ¡imagínate! El Huesca va primero en Segunda División muy por delante del Zaragoza. Nos deberíamos reír también de ese orgullo aragonés, que también lo tendríamos que utilizar más. Nuestro humor es muy potente, al igual que el teatro. En Madrid a los artistas aragoneses se nos aprecia mucho. No somos de presumir, vamos poco a poco. Tenemos que echarle más morro.