¿Se puede decir que esto del Ayuntamiento le viene de familia?
Totalmente. Mi padre fue cuatro legislaturas alcalde y yo en las dos últimas estuve con él como teniente aunque siempre le he echado una mano. Tiene 72 años, estaba un poco agotado y me decidí.
Ya parte con experiencia.
Cuando hablan de temas aunque sean muy antiguos, sé de lo que hablan pero he de decir que me daba reparo porque no es lo mismo estar en primera línea. Después de épocas malas con la crisis, el ayuntamiento está en buen momento y había que intentarlo y que se presentase gente y eso que este año nos presentamos tres, los tres con raíz en el pueblo y por tres partidos diferentes, que está muy bien. Ha habido años de más de 40 habitantes y hemos tenido concejalía pero ahora no llegamos a los 40 y somos Concejo Abierto. Todo lo tengo que llevar a pleno.
¿Cómo se organiza un Concejo Abierto?
Se convoca a todo el pueblo y estoy muy contenta porque mis vecinos participan mucho. Todos los que están en el pueblo vienen y lo hacemos en el salón social del bar porque no hay escaleras. Están todos muy informados, tanto por eBando como por mensajería móvil. Hay otro grupo de los veraneantes que somos 80 ó 90, y están al tanto de todo. Ya hemos hecho tres o cuatro plenos por el tema de los molinos.
Seno está en la Asociación Majalinos Renovable. ¿Qué va a suponer la instalación de molinos?
También nos pasa la línea de Alta Tensión de Mezquita-Morella por el término municipal y eso deja ingresos. De los molinos no sabemos más detalles pero estar unidos es una buena manera de que nos podamos beneficiar varios porque pueblos tan pequeños apenas tenemos ingresos y el Ayuntamiento tiene que garantizar servicios. La Comarca da 4.000 euros a los pequeños para gasto corriente, que es algo que veníamos demandando.
¿Cuál es su prioridad?
No hay grandes proyectos. Solo quiero que las arcas municipales no se queden vacías y que mis vecinos tengan todos los servicios cubiertos. Creo que los que viven están a gusto, eso percibo. Tenemos consultorio médico bien equipado, incluso con aparato de la vista-, el médico y la enfermera vienen en sus días y también el farmacéutico. Tenemos desfibrilador y dos personas formadas, además de gimnasia de mantenimiento y el bar, que se abrió nuevo hace unos años y es municipal, además de unas piscinas que son la envidia de pueblos más grandes.
¿Algún proyecto anhelado?
Nos gustaría una zona en condiciones en la que pueda aterrizar el helicóptero de emergencias. Puede hacerlo, pero debería estar mejor. Con la asociación deportiva y de fiestas estamos tratando de hacer un pequeño frontón cubierto, algo muy básico para refugiarnos en la comida de fiestas que nos juntamos 300. Son cosas pequeñas, que se mantengan solas. Y tenemos la lucha constante de los problemas que causan las casas abandonadas, creo que aquí se debería echar una mano porque un ayuntamiento no puede afrontar semejante tramitación.
Pero la gente sigue volviendo, eso es un logro...
Apenas hay un puente y ya está aquí la gente y en Semana Santa y verano, es una maravilla. Con otra subvención de la Comarca nos pusieron antena de Netllar y la telefonía fija no irá muy bien, pero el wifi, sí, y la plaza parece el cibercafé.
¿Siempre han vivido en la plaza del Ayuntamiento?
Sí, para que no se nos olvide (ríe). Mi familia, hasta que se abrió el nuevo, siempre ha llevado el bar y siempre hemos tenido las llaves de todo. Siempre ha habido ese contacto con la gente y supongo que una cosa te lleva a la otra de querer implicarte más. La casa de mis padres sigue siendo referencia porque recogemos el correo de medio pueblo si no está, mi madre abre el consultorio cuando hay médico… Esas cosas.
¿Cómo es la relación con su pueblo?
Total porque vivo en Calanda donde soy maestra de Infantil pero aquí estoy cada fin de semana y cualquier día de diario. Los veranos nos instalamos desde el día que acaba el colegio mi hijo.
¿Se crió en Seno?
Claro, y en una época con 8 ó 9 niños. Ahora solo hay una niña en edad escolar y la siguiente tiene casi 30 años. Entonces íbamos al Mas y el instituto lo cursé en Andorra. No tenía servicio de bus, así que, me iba con un albañil de aquí que trabajaba en Castellote y cogía el autobús allí. Comía en casa de una tía en Castellote y volvía con él otra vez a Seno ya por la tarde. El siguiente ya tuvo servicio de bus.
¡Vaya peripecias para ir al instituto!
Sí, pero para que vea la gente que es posible vivir en un pueblo muy pequeño. Era eso o irme interna a Teruel. Allí ya hice la universidad.
¿Siempre tuvo claro que quería estar aquí?
Sí, y volví pronto porque estuve de maestra de Religión en el Mas pero me marché de nuevo porque aprobé las oposiciones en la Comunidad Valenciana. Estuve unos años allí pero viviendo en Mora de Rubielos y yendo al pueblo donde me tocó porque estaba cerca. ¡Yo siempre muy Aragón! (Ríe). Cuando me pude venir estuve unos años en el CRA Regallo en Puigmoreno y luego, Calanda.
¿Qué le gusta hacer en Seno?
Salir y hablar con la gente, el vermú y echar un rato con mis padres y mis hermanos. Hay sitios preciosos por los que darse un buen paseo, eso desde luego.
Teneis suerte de no estar bajo la bota de Castellote. Estarías ahogados sin remedio.