Los vecinos y numerosos visitantes que acuden a Valderrobres estos días disfrutan de un ‘skyline’ de la capital del Matarraña diferente al habitual. El monumento nacional inició hace varios días una de sus fases de restauración más llamativas con la limpieza de la fachada sur del castillo, lo que ha obligado a cubrir de andamios la cara que es más visible desde emblemáticos lugares como el Puente de Piedra. La actuación es una de las más llamativas de todo el proceso de restauración y reconstrucción del castillo que sigue las pautas recogidas en el Plan Director que elaboraron la Fundación Valderrobres Patrimonial y el Ayuntamiento de Valderrobres. Las obras del castillo estarán finalizadas a finales de 2021 y contarán con una inversión total de 1,2 millones de euros.
La mitad de la cuantía de esta compleja obra correrá a cargo del ministerio a través del 1,5% Cultural. El resto se financiará con fondos del Ayuntamiento de Valderrobres, fondos de la fundación valderrobrense, un FITE y una donación de la Fundación Funiver. Está previsto que en las próximas semanas, los andamios se instalen en la fachada oeste, la más llamativa y vistosa del conjunto histórico. Sin embargo, pese a que la restauración exterior es la más evidente y llamativa, lo cierto es que en el interior del castillo se están llevando a cabo los procesos de reconstrucción y datación histórica más importantes de todo el valor patrimonial que atesora el antiguo castillo-palacio. Actualmente se está procediendo a cubrir distintas dependencias del interior del castillo.

Los trabajos se están centrando en el cubrimiento de la bodega, situada en la primera planta. Sobre ella se sitúa la denominada sala de los leones. Encima de ambas, se habilitará una falsa, de pocos metros de altura. Todo ello siguiendo estríctamente los niveles y las cotas de las distintas plantas para reproducir todos los espacios mencionados y dejarlos tal y como eran antes de su ruina. «Día a día, y prácticamente minuto a minuto se encuentra encima de las obras el director de la Fundación Valderrobres Patrimonial, Manuel Siurana, quien reconoció que los trabajos de restauración y documentación de cada uno de los rincones del castillo están siendo más que «apasionantes» y quien explicó que la reconstrucción permitirá que el monumento presente el estado más parecido al que lució durante su época de máximo esplendor.

«Estamos, junto a lo que supuso la restauración de la Iglesia, ante la actuación más importante del patrimonio de Valderrobres», explicó Manuel Siurana, Director de la Fundación Valderrobres Patrimonial. Para la datación de los distintos elementos del castillo de los que no se dispone de documentación histórica, se han utilizado distintos procedimientos científicos como el carbono 14. Sin embargo se va a recurrir también a la técnica del arqueomagnetismo para determinar la fecha exacta de algunos ladrillos y tejas con el objetivo de datar, con la máxima fiabilidad posible, el año de construcción de los distintos elementos del castillo.
Mientras las pruebas del carbono 14 se centran especialmente en los elementos de origen orgánico, las pruebas arqueomagnéticas se aplican en materiales inertes pero que son sensibles a los campos magnéticos, a través de los cuales, es posible hallar la fecha exacta de su construcción, debido a que el campo magnético de la Tierra varía con los años. Todo el proyecto se verá culminado por una sala de exposiciones, un espacio museístico y una tienda que se situará en el local existente debajo de la plaza de Armas y que actualmente solo es utilizado como almacén. Una vez finalicen los trabajos, los visitantes concluirán el recorrido en dicho espacio en el que se expondrán todos los hallazgos arqueológicos que han ido apareciendo en los últimos años. De igual modo, la sala, muy amplia, albergará futuras exposiciones, que dejarán de estar en la sala de Caballerizas para ubicarse en el nuevo espacio.

Por último, el recorrido contará con una nueva tienda, al estilo de otros monumentos de importancia, en la que se venderán distintos recuerdos y productos del territorio, lo que constituirá el final de la visita guiada.A pesar de que las obras sufrieron un retraso debido a la situación de crisis sanitaria provocada por el covid-19, lo cierto es que en las últimas semanas el ritmo de trabajo se ha intensificado. «Estamos muy contentos porque, pese al lógico parón al inicio de la crisis, lo cierto es que ahora las obras van a pleno rendimiento y pensamos que se van a cumplir los plazos», explicó Carlos Boné, alcalde de Valderrobres. Asimismo, las dependencias del castillo estarán engalanadas con una colección de arte que hará un recorrido por la historia de la pintura española. Los cuadros son reproducciones de artistas como Velázquez, Goya o Sorolla, entre otros y su reproducción ha sido autorizada por un importante museo estadounidense.
Tras el rastro de la primitiva fortaleza
Uno de los más importantes hallazgos ha permitido, en las últimas semanas, poder identificar lo que fue la primera fortaleza defensiva, del siglo XIII y lo que posteriormente fue el palacio arzobispal erigido contiguamente en los siglos XIV y XV. El primitivo castillo fue de tipo defensivo, algo que delatan sus aspilleras, y se erigió en torno a una gran roca de piedra arenisca que, siguiendo con las investigaciones, podría haber sustentado la primera iglesia situada en el recinto. Pese a que se han llevado a cabo distintas excavaciones en las últimas semanas, lo cierto es que día a día, se descubren nuevos elementos y se espera que a lo largo de estos días se produzcan nuevas excavaciones.
De este modo se ha podido demostrar que en el entorno de la gran roca se erigió un templo de forma rectangular. Algo que, con toda seguridad, correspondería al ya citado primitivo templo religioso y que se confirmará en las próximas semanas. «Estamos en una etapa crucial para datar y determinar el origen del castillo y de sus distintas etapas de construcción. Es una labor sin duda ardua pero apasasionante», explicó Manuel Siurana, director de la Fundación Valderrobres Patrimonial.