El año 2020 será siempre recordado por la pandemia mundial del coronavirus que sacudió al planeta y a nuestro territorio a mediados del mes de marzo. El Estado de Alarma y el confinamiento dejaron atrás los ritmos del carnaval para cambiar nuestra forma de vida. Tradiciones tan arraigadas como el toque del tambor y el bombo en Semana Santa se tuvieron que suspender.
La crisis sanitaria se convirtió en noticia día tras día y casi tres meses de confinamiento llenaron ventanas y balcones de vecinos resistiendo los largos días de encierro. No hubo San Jorge, no se celebraron fiestas, no se abrieron las ferias…
Un 2020 atípico que nos deja en la retina imágenes de la borrasca Gloria, el cierre de la Térmica de Andorra, miles de aplausos a los sanitarios, homenajes a las víctimas del virus, piscinas vacías y sobre todo mascarillas, miles de mascarillas.
Un año para olvidar pero que sin embargo lo recordaremos siempre; sobre todo para los poseedores de algún décimo del quinto premio de la lotería de Navidad que dejó varios millones de euros en el territorio. No todo iba a ser malo. ¿No creen? Además cerramos diciembre con las primeras vacunas contra el covid-19.