Morella comparte reivindicaciones y actividad socio-económica con el territorio bajoaragonés
Rhamsés Ripollés es alcalde de Morella desde principios de 2012, cuando sustituyó a Ximo Puig, actual presidente de la Generalitat Valenciana. Con alrededor de 2.500 habitantes, la localidad es un referente en el turismo de interior estatal y cuenta con una gran relación con el territorio bajoaragonés. Está inmersa en proyectos conjuntos con Alcañiz, el Matarraña y el Maestrazgo.
Sus datos a nivel turístico no paran de crecer, ¿qué supone?
Es nuestro pilar fundamental sin olvidar que somos una ciudad de servicios con un sector primario muy importante. En 2016 contamos con una proyección de visitantes de alrededor de 400.000 personas. En 2017 estamos siguiendo la tendencia ascendente de los últimos dos o tres años. Ahora, por ejemplo, estamos aprovechando el anuncio de l»Anunci para promocionar Morella en su conjunto. Somos el referente del turismo de interior valenciano y ahora estamos intentando crecer a nivel internacional. Francia ya está al alza.
Trabajan mucho la colaboración con otras entidades lo que propicia, por ejemplo, visitas como la que realizaron el martes a Alcañiz.
Tengo la convicción de realizar proyectos con otros municipios y territorios porque nos enriquece a todos y nos convierte en un recurso turístico más competente. En esa línea estamos trabajando. En los próximos años las relaciones socioeconómicas con localidades como Alcañiz se van a intensificar debido a la mejora de las comunicaciones. Como me gusta decir, en este cruce de caminos en el corazón de la antigua Corona de Aragón tenemos un gran potencial que muchas veces al estar situados en tres comunidades diferentes nos resta coordinación e incluso promoción. Eso es lo que estamos intentando salvar con proyectos en los que estamos unidos con localidades bajoaragonesas como son los Tres Reyes, Tres Territoris, Los Pueblos más Bonitos de España y la Mancomunitat de la Taula del Sénia. No solo se centran en la promoción turística, también en la socioeconómica.
¿Cómo están funcionando los Tres Reyes, que les unen con Alcañiz y Tortosa?
Nació en el 2000 y después de un tiempo hibernando, se relanzó hace 4 o 5 años. Cómo mínimo, ha conseguido una relación espléndida entre las tres localidades. Se trata de poner en el escaparate a través nuevas tecnologías todos los recursos turísticos que tenemos porque muchos de ellos, si se explican en su conjunto, tienen más potencial. Por ejemplo, la historia del general Cabrera o el patrimonio gótico o del renacimiento.
La N-232 sigue siendo su hándicap para su desarrollo.
Es fundamental la mejora de las comunicaciones para este territorio y sobre todo, para la despoblación aunque no sé si será suficiente, seguramente no. El Acuerdo de Morella para exigir mejoras en la N-232 fue un paso decisivo para desbloquear las obras del Puerto de Querol pero también lo fue para unir al territorio. Hablo mucho con el alcalde de Monroyo, José Ramón Guarc, que esto es una lucha conjunta del territorio, municipios, partidos y sector empresarial porque nos va la vida en ello. Es importante para nuestro desarrollo socioeconómico pero también para las relaciones entre nosotros.
Sin olvidar la lucha por la A-68.
Nunca, por eso nos unimos a la plataforma ¡A-68 Ya! y estaremos en todas sus reivindicaciones. Primero, la N-232 y después la A-68, no podemos saltar 10 pasos de una tacada.
Con el Matarraña y la Terra Alta están unidos a través de los Tres Territoris, en el que han implicado a los empresarios.
La promoción está siendo buena porque estamos viendo que el turista de playa se interesa por las tres comarcas. Muchas veces no somos consciente de que desde Benicàssim a Salor tenemos millones de potenciales turistas que no conocen nuestro territorio. Lo conseguiremos con las acciones que estamos realizando.
Su relación con el Maestrazgo turolense es más comercial.
Nos une la historia y también que para ellos Morella es una ciudad de servicios. Con Cantavieja también estamos en la asociación de Los Pueblos más Bonitos de España al igual que con Calaceite y Valderrobres. Una ruta típica es ir a Mirambel, Cantavieja y La Iglesuela y viceversa. Hay que seguir cultivando esa buena relación, es una de las reivindicaciones de los municipios que estamos en la frontera.
Con la llegada del PSOE a DGA y la Generalitat Valenciana las relaciones entre ambas comunidades se han intensificado.
Está siendo muy positivo. Ya tenemos convenios a nivel sanitario, Bomberos, mejora de carreteras,…y espero que aún surjan más proyectos. Si las relaciones entre comunidades no son buenas los que más las sufrimos somos los que vivimos en el territorio, que no entendemos de líneas administrativas.