¿Cómo fue su paso a la política?
Cuando entré en una lista (2003) y salí de concejal venía de 22 años como presidente de la comisión de festejos. He estado en varias asociaciones y muy ligado al deporte ya que he tenido un gimnasio, he entrenado a los chicos del fútbol sala… Supongo que una cosa lleva a la otra.
Ser alcalde no le coge de nuevas entonces.
Tienes una responsabilidad mayor y, aunque te manejas mejor por la experiencia, es distinto. Tienes que tener ayuda y gente que te guíe, te sugiera y te dé ideas. A mí me gusta que me lo digan.
¿La calle es el despacho también en su caso?
(Ríe) Sí, no descansas aunque estés tomando un café en el bar tranquilamente. La gente mayor sobre todo, te pide por sus calles. Se irán haciendo pero si no llega dinero de Madrid, todo es más lento. Me gusta que me digan las cosas cuando sea, para eso estamos.
La situación en Madrid repercute en Oliete...
Sí. Tenemos buena situación económica en este ayuntamiento pero es un bloqueo para todos los pueblos porque no hay presupuestos en Madrid. Ya me da igual quien gobierne pero que lo hagan, que algo llegará a los pueblos.
¿Qué actuación será la más inmediata en Oliete?
Ya tenemos firmado el camino de San Pedro. Lo asfaltaremos desde la carretera hasta el río y la ermita hacia el torreón – donde está el yacimiento- hasta la Sima de San Pedro.
Teniendo en cuenta la importancia de los hallazgos este verano en el poblado ibérico, ¿estamos ante una de las intervenciones obligadas?
Así es, los accesos. Tras el descubrimiento de los túmulos y el horno se hizo un día de puertas abiertas y solo se pudo acceder hasta la ermita con coches con los bajos a prueba. La financiación se consiguió en la legislatura pasada con SOS113 Teruel de la DPT que presidía Ramón Millán, quien acogió bien el proyecto que le presenté. Podrán subir los autobuses hasta la ermita y con coches se podrá llegar al poblado hasta un perímetro que tenemos que respetar por protección. Si lo tenemos listo, volveremos a hacer puertas abiertas con autobuses desde el pueblo.
Acabamos de subir de la plaza de secundar el paro de cinco minutos por la España vaciada, ¿cómo ve este asunto?
Veo que a los políticos se les llena la boca en elecciones. Yo mismo tengo un negocio y cada vez es más difícil buscarse la vida, y también tengo una hija en Zaragoza que veo complicado que vuelva. Y como yo, muchísima gente. De las renovables a Oliete no va a llegar nada, así que, nos buscaremos la vida y lo haremos. Tenemos recursos como el pantano, el río o el monte y una chopera maravillosos pero pertenece al Estado. Son ideas, pero nos tenemos que sentar el Ayuntamiento y acudir a hablar con quien sea para cambiar eso. Andorra va a tirar por el pellet y aquí tenemos mucha madera pero lo suyo sería que los beneficios de la explotación se quedaran en Oliete.
También pendientes de Andorra...
Sí, y de Ariño porque la planta de fertilizantes será otra oportunidad de recursos si necesitan nuestro carbón y, desde luego, de empleo. Somos unos 365 habitantes y en ocho años, de una cuadrilla del pueblo con 22 chicos, solo queda uno y es mi sobrino que ha vuelto y está conmigo en la panadería. Sé de otros que quieren volver si hay trabajo y en la zona hay oportunidades por las que pelear. Salvamos el colegio por poco y tenemos dos bebés. El reto es conseguir estabilidad y que no se vaya nadie más. Entre los pueblos también nos tenemos que apoyar. Alloza lleva años pidiendo su carretera pero mientras esté la pista minera ahí sigue. Y la pista, -como solicita Ariño- alguna administración se la tendrá que quedar, es la conexión de muchas localidades con la cabecera.
¿’Apadrina un olivo’ le ha dado un giro a Oliete?
El trabajo de Alberto es impresionante. Además del buen nombre, el proyecto crece. Ahora acoge un Taller de Empleo con gente de aquí que se hubiera ido.
¿Qué recomienda de Oliete?
Aunque no puedo ir tanto, me gusta ir al pantano con mi ‘cañita’. Soy muy deportista y tenemos de los mejores frontones en el que puede jugar cualquiera cuando quiera. Oliete es un pueblo muy agradecido con la gente y si vienes en fiestas, seguro que repites.
El verano es intenso con mucha fiesta...
Sí, se encarga la comisión que lo hace de 10, y este año hemos comenzado con una semana cultural. Desde hace tres años, el 14 de agosto, la Asociación Ribera del Martín hace el festival de jota benéfico para algo del pueblo y se meten 700 personas en la plaza.
¿Cómo se organiza trabajando de noche?
Por la mañana duermo un poco antes de venir a última hora al ayuntamiento pero depende de si tengo plenos o viajes a Zaragoza o Teruel. Ya me organizo para entrar a trabajar antes y sacrifico horas de sueño. Los alcaldes de los pueblos tenemos que movernos y no me puedo permitir dejar de trabajar, así que, lo tengo que compaginar quitando horas de sueño. Lo he querido yo, nadie me ha obligado y tengo el apoyo familiar y, sobre todo, de mi mujer que está al frente de la tienda. Si no lo tuviera, no estaría aquí.
¿Algún antecedente político en casa?
Mi padre fue ocho años alcalde por el PP, mismo partido por el que comencé yo.
¿A qué se debió el cambio al PAR?
Acabé un poco desencantado y me fui. Una legislatura después volví con el PAR, un partido que me puso muy bien que se podían conseguir cosas y así fue. Yo no era alcalde y el año pasado conseguimos el camino de San Pedro. Volví con muchas ganas, los pueblos no somos los partidos de Madrid. Tenemos que hacer el bien común ya sea en la alcaldía o en la oposición.
De hecho, obtuvo más votos el PSOE pero llegaron a un acuerdo PP y PAR.
Sí, nos llevamos todos bien y con Guillermo, cabeza de lista del PSOE, también. Lo mismo que con otros pueblos. En Alacón hay un partido independiente y nos ayudamos. Nos pidió sillas y nosotros un escenario y con Andorra lo mismo. Juntos somos más fuertes.