Cofrades y alcañizanos a título personal festejaron a la patrona de los mineros
Alrededor de dos centenares de alcañizanos participaron el domingo por la mañana en la romería a la ermita de Santa Bárbara. De esta manera cumplieron con la tradición y con la festividad de la santa que se festejó el pasado lunes 4 de diciembre.
A las nueve en punto de la mañana al son del tambor, muchos de los participantes decidieron hacer el camino a pie partiendo desde la plaza de España para llegar poco después hasta la ermita venciendo el duro ascenso hasta la cima del monte que lleva el nombre de la patrona de los mineros. Otros, motivados por la edad o por comodidad, prefirieron acercarse en coche. Ya en la ermita y tras la bendición por parte del sacerdote de las pastas, del moscatel y del coñac, tuvo lugar la eucaristía.
Una vez finalizada y a la salida de misa todos los presentes recibieron un paquete de pastas compuesto por una magdalena, una galleta y un roscón. Además, en una mesa dispuesta para la ocasión, también se repartieron pastas y vasitos de moscatel y de coñac. Entre los corrillos que se formaron, los familiares y amigos del prior entrante también ofrecieron dichos manjares. Para Wenceslao Domingo, nuevo prior de la Cofradía de Santa Bárbara, la posibilidad de estar al frente de la misma durante un año le ha supuesto una gran alegría que hacía extensiva a toda su familia. Y es que Domingo es cofrade desde la muy tierna infancia ya que, según recordó, fue su padre el que le inscribió cuando tenía unos diez años. A sus 68 año le ha llegado la posibilidad de ser el prior, un cargo que aceptó una vez propuesto con mucho orgullo por todo lo que representa