Pese a que no hay una ruptura oficial en la coalición de gobierno, el Ayuntamiento no logra sacar adelante los presupuestos para 2019
Tensión evidente entre las formaciones políticas del ayuntamiento de la Fresneda, que no logra sacar adelante los presupuestos para el próximo ejercicio. Las relaciones entre el PSOE y el PAR, que mantienen un pacto de gobierno desde 2017, se hayan rotas de facto en este momento pese a que no se ha producido una ruptura oficial y ambas formaciones se acusan de deslealtad. Así se puso de manifiesto en un tenso y concurrido pleno celebrado el martes por la noche en la histórica casa consistorial fresnedina.
La sesión plenaria se caracterizó por la elevada tensión entre las tres formaciones políticas que conforman la corporación municipal y que en algunos momentos se hizo extensiva a los vecinos que presenciaron la bronca sesión. La única edil socialista, la alcaldesa Carmen Aguilar, se quedó sola defendiendo los presupuestos que contaron con el rechazo de su socio de gobierno, el Partido Aragonés, además de la oposición del Partido popular, por lo que las cuentas para el año que viene tendrán que ser prorrogadas.
El presupuesto propuesto por Aguilar, de en torno a 430.000 euros, fue rechazado por el PAR por «no conocer» los detalles de las cuentas presentadas por su socia de gobierno. «Nos han dicho que hay superávit y que se va a invertir en amortizar deuda. Pero no hay apenas deuda y lo peor es que no sabíamos nada», explicó Jose Ramón Gimeno, portavoz del Par y concejal del Ayuntamiento.

La alcaldesa acusó a su, todavía de forma oficial socio de gobierno, de deslealtad y de haber «aireado» las diferencias existentes entre las dos formaciones. «Se han dedicado a enviar cartar y a exteriorizar las diferencias que tenemos en lugar de intentar resolverlas dialogando», explicó Aguilar.
Por su parte los tres ediles del equipo de gobierno del Par recriminaron a la alcaldesa la «falta de diálogo» y reprocharon a la primer edil no contar con ellos para tomar decisiones. Uno de los mayores puntos de controversia y que salió a colación al final del pleno fue la obra de cubrimiento del patio del Colegio Público. Los regionalistas se desvincularon de esta obra, paralizada desde junio, y acusaron a la alcaldesa de «hacer mal las cosas». La primer edil argumentó que se trata de una obra del Gobierno de Aragón y se mostró muy molesta de que sus socios de gobierno llevasen la cuestión hasta el Justicia de Aragón.
El pleno contó con la presencia de unas veinte personas, vecinas de la localidad, que asistieron a la totalidad de la sesión plenaria.
Por su parte el portavoz del Partido Popular, conformado de igual modo por tres concejales, recriminó a la alcaldesa su gestión a la que calificó de «nefasta». Después de que el Par presentase una moción para incluir una rebaja en el IBI, el grupo popular presentó una enmienda y solicitó su inclusión. Tras un nuevo rifirrafe en el que desde la alcaldía no se mostraron convencidos con que la normativa se pudiese aplicar, la enmienda del PP incluida en la moción del Par salió adelante. «Estamos sin duda ante la peor gestión económica y de servicios de la historia de este consistorio», manifestó el portavoz popular Jose Luis del Valle.
En el turno de ruegos y preguntas varios vecinos recriminaron la actitud de la oposición especialmente en el tema del cierre de la guardería que el portavoz popular sacó a colación, acusando al Ayuntamiento de «dejar perder servicios». Asimismo, el pleno contó con simpatizantes de las tres fuerzas políticas que al final de la sesión plenaria manifestaron su apoyo o rechazo a sus respectivos concejales