Cualquier otro 12 de agosto de años anteriores contaría con una Plaza de España de Caspe llena de peñistas celebrando el inicio de las fiestas patronales en honor a San Roque, tras el pregón anunciado desde el balcón del Ayuntamiento. Sin embargo, este año como consecuencia de la pandemia del covid-19, la localidad caspolina ha suspendido todos sus actos para estas fechas.
Por este motivo y como homenaje a las víctimas de la pandemia, Interpeñas de Caspe ha colocado un pañuelo negro a San Roque. En la prenda han plasmado el mensaje «Fiestas en honor a San Roque. Lo que el Covid-19 nos quitó». En poco se ha parecido este acto al que acontece anualmente, ya que solo ha podido acudir un representante de cada peña de la asociación. Asimismo, también se ha colgado una pancarta en la Iglesia de San Roque con el lema «Para que no falte nadie más. Espéranos en 2021 San Roque».
Tras la puesta del pañuelo, los asistentes han guardado un minuto de silencio y, a continuación, Sara Ferrer, representante de la peña ‘La oficina’, ha cantado una jota. En sus versos mencionaba que aunque parezcan pocos, «venimos por nuestra gente que hoy siente nuestros colores igual o más que otras veces. Covid-19 no nos pararás y en 2021 nadie faltará para poder quitar ‘¡Que viva San Roque!'».
Por su parte, Abraham Martínez, presidente de Interpeñas ha recordado que «el pañuelo a San Roque se ha puesto incluso en años de guerra», y añade que «aunque no sea motivo de alegría», no querían dejar pasar la fecha. «Este acto significa la representación de Interpeñas de lo que hubiesen sido las fiestas, ya que somos más de 450 socios que llenamos las calles de color y que conseguimos la colaboración de gente para crear multitud de actos», explica Martínez.