La mampostería se encuentra muy afectada y llena de moho tan solo tres años después de que se arreglara
Uno de los elementos patrimoniales con más valor simbólico de Alcañiz, la Fuente de los 72 Caños, presenta un estado cada vez más deplorable. Las paredes están sucias y llenas de moho. Además han desaparecido varias cabezas de los leones de los surtidores de agua, un problema que comenzó hace meses y al que aún no se ha puesto solución. Su reposición no es fácil debido al carácter patrimonial de la fuente, que obliga a intervenir en ella siguiendo unas pautas concretas. Se debe comprobar si existen moldes iguales como los de los leones de Alcañiz y encargar su fundición en bronce.
El estado actual de la fuente contrasta con el de hace casi tres años, cuando el sonido del agua volvió a la fuente después de tres años sin funcionar y cerrada al público por trabajos de rehabilitación. Su imagen preocupa a los vecinos de la zona y a los que frecuentan la Glorieta Telmo Lacasa, un espacio muy utilizado para el ocio infantil y el deporte.
Este medio preguntó hace dos semanas al equipo de gobierno por este asunto y aún no ha obtenido respuesta. El edil responsable de los jardines, Nacho Carbó (Medio Ambiente), derivó la responsabilidad a la concejalía de Obras, que ostenta el alcalde, Juan Carlos Gracia Suso, quien dijo desconocer el problema.
Lo cierto es que la fuente ha sufrido numerosas vicisitudes en los últimos tiempos y llegó a conseguir que ocho asociaciones de la ciudad se reunieran en una campaña que recogió más de 1.100 firmas para su puesta en valor.
Hace casi tres años volvió a estar operativa después de una costosa reparación debido a que una anterior restauración no se ejecutó correctamente. Las últimas obras, cuyo coste fue de 57.000 euros, se llevaron a cabo para arreglar las deficiencias de trabajos anteriores. Los morteros resultaran dañados por el temporal de nieve y frío de febrero al no estar todavía fraguados.
Un informe de técnicos municipales y externos de 2013 certificó que el monumento, de finales del siglo XIX, sufría problemas técnicos. Certificaron que hubo «irregularidades» y «deficiencias» cuando se remodeló el parque de la Glorieta, con un coste de 579.000 euros, derivados del uso de materiales de baja calidad que dañaron la piedra.
Carlos Rosello dice
En Alcañiz se están destruyendo muchas cosas. Se están derribando muchas casas, y hay un desprecio hacia unos valores arquitectónicos y culturales característicos de la identidad original de las zonas rurales de Teruel.
Hay unos planes urbanísticos realizados en un modo que no cumplen las directrices de la Unión Europea, y han desbordado los limites razonables.
Hay un impulso destructivo enorme, y casi no se restaura nada.
Se hacen daños y después no quieren reparar ni indemnizar nada, y existe una obstrucción contra los derechos de la gente.
Se ha perdido seguridad y legalidad, y se ha dañado también la identidad.
jaume molsosa dice
Que el señor Nacho Carbó escupa el problema al responsable de la concejalía de Obras, el alcalde Juan Carlos Gracia Suso, y que este diga «desconocer el problema», demuestra el interés que se da a «uno de los elementos patrimoniales con más valor simbólico de Alcañiz».
Y olé!