El alero de madera del atrio de la iglesia de San Miguel en Cantavieja se derrumbó este martes al mediodía como consecuencia de humedades acumuladas en el material. Los escombros cayeron sobre cuatro vehículos que estaban aparcados enfrente del edificio. Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales. Sólo 15 minutos antes de que se desplomara parte de la estructura, sobre las 13.00, un numeroso grupo de turistas había visitado en el interior el sepulcro gótico de Gonzalo de Funes. La iglesia es uno de los puntos más frecuentados de la capital del Maestrazgo, ya que está incluida en el recorrido que oferta la Oficina de Turismo.
Los técnicos del Obispado de Teruel se acercaron este martes hasta el templo para valorar los daños. Asimismo, hablaron con los propietarios de los vehículos perjudicados, ya que será el seguro de la Iglesia el que tenga que hacerse cargo de las reparaciones. Por su parte, los operarios del Ayuntamiento se encargaron de acordonar la zona afectada y de cortar el tráfico. Según ha contado el alcalde de Cantavieja, Ricardo Altabás, a La COMARCA, este miércoles se actuará en la parte del alero que todavía sigue en pie para evitar un nuevo hundimiento. «Habrá que estudiar si se asegura la madera o si es mejor derruirlo del todo», detalló. También este miércoles, se retirará el escombro para que la grúa pueda llevarse los vehículos.
De acuerdo con Altabás, el tejado de la iglesia «no presentaba daños a simple vista», y su hundimiento ha sido para todos los vecinos una «sorpresa». «Ha sido por la humedad acumulada con los años, no tiene que ver con las lluvias de estos últimos días», explicó. En cuanto a la rehabilitación de la infraestructura, el alcalde señaló que «ahora comienza una tarea muy compleja», la de «conseguir fondos para poder llevarla a cabo».
Igual sería bueno poder eliminar el aparcamiento en el entorno para resaltar mucho mejor el monumento. Lo digo sin conocer el espacio.
Salut
que feo queda un coche frente a un monumento