La Asociación de Comarcas Mineras de España expresó en Bruselas su preocupación por el cierre de centrales
La Asociación de Comarcas Mineras de Europa, EURACOM, se reunió ayer en Bruselas con el objetivo de abordar los problemas actuales por los que atraviesan los distintos territorios mineros europeos. En concreto, la delegación española enviada por la Asociación de Comarcas Mineras de España (ACOM España), integrada por los alcaldes de Páramo de Sil (León), Mieres (Asturias),Villablino (León), puso de manifiesto la preocupación extrema que actualmente tienen los municipios mineros en España tras el anuncio de la empresa eléctrica Iberdrola de cerrar la Central Térmica de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia). Además, los representantes del sector minero español también trasladaron a sus compatriotas europeos las novedades respecto al Real Decreto sobre Energía en el que está trabajando el Gobierno de Mariano Rajoy.
Dentro de uno de los puntos del día de la jornada, la presidenta de EURACOM, Ana Luisa Durán, sometió a votación la integración de la asociación en la Coal Plattform, una iniciativa creada por la Comisión Europea que comenzará a funcionar el próximo 11 de diciembre en Estrasburgo (Francia). Se trata de un proyecto que prevé la puesta en marcha de diversos mecanismos y ayudas que favorecerán a una transición energética justa en los territorios mineros. La propuesta se aprobó por unanimidad.
La jornada también sirvió para que el sector minero español alzara la voz frente a sus compatriotas europeos. De esta manera, la delegación española explicó las noticias recientes sobre el cierre de las centrales térmicas que quiere llevar a cabo Iberdrola en Asturias y Palencia. En este sentido, el alcalde de Páramo de Sil, Ángel Calvo, defendió la continuidad de la Central de Anllares hasta que finalice su vida útil. Además, Calvo también trasladó a los otros miembros de EURACOM la intención del Gobierno de España de aprobar el nuevo Real Decreto sobre Energía, una medida que «prohibirá el cierre unilateral y sin razones de rentabilidad económica». «Será el Ministerio de Industria el que tome la decisión del cierre, en función de la necesidad de la garantía de suministro eléctrico y del precio de la electricidad», sentenció.
El alcalde de Villalbino, Mario Rivas, fue el siguiente en tomar la palabra. Rivas destacó la importancia de la creación de una plataforma del carbón «que ayudará a una mejor transición energética en los territorios mineros». Además, señaló que la integración de la EURACOM en la misma, será «positivo» para todas las comarcas mineras de España. Respecto a la situación del sector minero en el país, Rivas destacó que los aspectos negativos de la crisis de la minería afectan en gran medida «a la pérdida de empleo» y también «a la despoblación de gran parte de los territorios afectados».
Finalmente tomó la palabra Aníbal Vázquez, alcalde de Mieres, quien fue el más crítico durante su intervención. El regidor asturiano trasladó a sus compañeros europeos la idea de la existencia de un debate «intencionadamente perverso sobre el carbón europeo». En este sentido, argumentó que le resulta «muy difícil» aceptar que Europa quiera, por un lado «acabar con la producción del carbón europeo», mientras que por otro, aprueban el funcionamiento de las centrales que portan la etiqueta de «los más verdes». «Al final, son estas instalaciones las que más carbón de importación consumen», destacó Aníbal Vázquez.
El sector, pendiente de Europa
Cabe recordar que el sector minero español también mira de reojo a Europa por otro tema, por la apertura de una investigación para resolver si las ayudas que el Gobierno central ha estado dando a las centrales de carbón desde 2007 son legales. Desde Europa se cree que este plan de incentivos podría haber provocado una competencia desleal frente a otras formas de producir energía, además de no haber servido para instalar filtros que lograran reducir las emisiones de azufre. En este sentido, desde la Central de Andorra aseguraron que los tres grupos de la central apenas emiten azufre desde mediados de los noventa, cuando se decidió instalar la desulfuración.
La noticia de la apertura de la investigación se conoció hace un par de semanas y el sector la calificó como un impedimento más para que las centrales térmicas de carbón españolas, entre ellas la de Andorra, puedan continuar funcionando más allá de 2020.