A las comarcas del Bajo Martín, Andorra-Sierra de Arcos y Cuencas Mineras les une un vínculo fluvial, el río Martín, y todo el ecosistema generado a su alrededor. Ya en la prehistoria este tesoro natural fue un reclamo para los primeros pobladores del territorio. Su andadura la conocemos gracias a las pinturas rupestres que plasmaron en abrigos sobre el cauce del río y de los barrancos afluentes. Con el afán de protegerlas, en 1995 se creó el Parque Cultural del Río Martín, que incluye a las localidades de Albalate del Arzobispo, Ariño, Oliete, Alacón, Alcaine, Obón, Peñarroyas y Montalbán. Tres años más tarde, en 1998, estos grabados rupestres fueron declarados Patrimonio de la Humanidad. Para adentrarte en estos parajes de gran valor ecológico y paisajístico, el Parque te propone hasta quince rutas señalizadas.
La ruta Ibérica Oliete-Ariño, tramo del GR 262
La ruta Ibérica te ofrece la oportunidad de conocer a nuestros antepasados íberos a través del legado que dejaron. Parte desde Oliete y llega hasta Ariño siguiendo el GR 262. En la primera localidad se hallan los poblados ibéricos del Palomar, ejemplo de la arquitectura agrícola residencial, y del Cabezo de San Pedro, ejemplo de la arquitectura defensiva militar. Varios paneles interpretativos, te ayudarán a conocer este patrimonio, las características de esta etapa y las formas de vida de los íberos durante los siglos III y I a.C. Además, el municipio de Oliete aguarda la sima de San Pedro, un pozo de 88 metros de profundidad y 86 metros de diámetro en su boca, única en Europa por su estructura geológica y su valor ecológico excepcional. La ruta, de dificultad media-baja, tiene una distancia de 9,5 kilómetros con un desnivel de 90 metros y cuesta realizarla unas 3 horas.
Una vez visitado el Centro de Interpretación de la Cultura Ibérica de Oliete, debes dirigirte a la ribera del río Martín. En la pasarela existente varios metros aguas abajo del puente, localizarás un cruce de caminos. A la izquierda, hallarás el desvío al poblado ibérico del Palomar, a donde llegarás en 15 minutos por el sendero de Pequeño Recorrido PR-TE 114 (dirección Alacón).
El Palomar, uno de los yacimientos ibéricos más importantes de Teruel
El Palomar ocupó una extensión inferior a una hectárea y conserva aún indicios del foso. Las viviendas estudiadas tenían dos plantas, cumpliendo la inferior la función de almacén o bodega y la superior, de residencia. Los muros eran de adobe y las techumbres de troncos, cañas, ramas y barro. El urbanismo del poblado es muy evolucionado y evidencia una planificación previa mediante una planta ortogonal de calles que se cruzan perpendicularmente definiendo manzanas de viviendas. Hasta el momento solamente se ha excavado una de estas manzanas, que aparece conformada por once casas y cuatro almacenes. El poblado se data en el siglo III a. C. y su final llegaría de manera violenta durante las guerras sertorianas en torno al 74 a. C. En la actualidad, es uno de los yacimientos más importantes para el conocimiento de la cultura ibérica en la provincia turolense y fue reclasificado en 2002 como Conjunto de Interés Cultural; anteriormente, en 1981, había sido nombrado Monumento-Histórico Artístico.
Tras regresar de nuevo al desvío, se continúa por el GR, un camino entre choperas que bordea la llanura aluvial en dirección a la fuente el Piojo. Después se inicia un tramo de senda que desembocará en otra pista que te conducirá hasta la finca agropecuaria de San Pedro. Sabrás que has llegado cuando observes edificios de carácter agrícola y ganadero, un rústico Peirón y la ermita de San Pedro de los Griegos. Desde esa explanada se sube por un camino hasta el espectacular asentamiento fortificado del Cabezo de San Pedro (1,7 km), asentado sobre un altozano junto a un abrupto cortado rocoso.
El Cabezo de San Pedro, Conjunto de Interés Cultural
Hoy en día, lo único visible de esta urbe íbera, que alcanzó los 17.000 metros cuadrados, es la fortaleza situada en un extremo, aprovechando la protección natural que brindan los acantilados excavados por el río. Un foso precede a una doble línea de murallas (la primera de ellas de 4 metros de anchura), un camino de ronda y varios torreones de planta circular, de los cuales uno conserva una altura de más de 13 metros. Este impresionante conjunto fortificado parece desempeñar un papel preferentemente militar, de control de accesos y vías de comunicación, en la protección de otros núcleos ibéricos próximos (como El Palomar) dedicados posiblemente a actividades agropecuarias. La ocupación del poblado se ha situado entre los siglos III y mediados del siglo I a. C. En el año 2001, el Cabezo de San Pedro fue declarado Conjunto de Interés Cultural.
La sima de San Pedro, única en Europa
Volviendo a la explanada, encontrarás otro camino en cuesta hasta la sima de San Pedro (1 km), una de las más espectaculares y valiosas que existen en todo el continente europeo debido a sus dimensiones -80 metros de diámetro y 86 de profundidad, sumados a los 22 de su lago interior- y a la gran variedad de animales y vegetales que la habitan. Más de 25 especies de vertebrados -principalmente aves y murciélagos, además de micromamíferos, anfibios y reptiles- viven en este pozo troncocónico. La sima es Lugar de Interés Geológico (LIG), Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
De vuelta al GR, sin abandonar el camino principal, por la margen izquierda del río Martín pronto llegarás hasta su cauce, que tendrás que cruzar por una vieja pasarela. La ruta abandona la pista forestal para tomar un sendero, acortando el tiempo de caminata, desembocando de nuevo en la pista que te bajará hasta el cauce del río Escuriza. Tras cruzarlo por una pasarela, ascenderás por una pista en fuerte repecho hasta alcanzar una plazoleta donde se localiza un castillete minero y el museo minero de Ariño. Habrás llegado al fin de la ruta.
Rutas por el Parque Cultural del Río Martín
Recuerda que el Parque Cultural del Río Martín tiene un total de quince rutas señalizadas, así que todavía tienes por delante otros catorce planes.
Si quieres ver con ojos propios abrigos con pinturas rupestres, elige uno de estos recorridos y ponte en contacto con un guía autorizado: