Agentes políticos y sociales siguen recogiendo firmas para presentar un manifiesto ante DGA en el que piden medios
Se intensifica la vigilancia en las masas forestales del Matarraña tras la inusual oleada de incendios que afectó al territorio el pasado mes de diciembre. Después de que el Gobierno de Aragón asegurase que las llamas fueron provocadas con intencionalidad en los tres incendios registrados en Valderrobres y Monroyo, el dispositivo de vigilancia se ha visto reforzado y continúan las investigaciones para esclarecer quién o quiénes podrían estar detrás. Por ello técnicos de DGA y agentes del Seprona siguen con la búsqueda de indicios que ayuden a cerrar el caso.
Pese a que la intención, explican, es poder dar con el pirómano autor de los hechos, fuentes de DGA reconocieron la gran dificultad que supone cerrar el caso con el total esclarecimiento de los hechos.
Asimismo, el ejecutivo autonómico presentó una denuncia ante la Fiscalía debido a la acumulación de incendios intencionados acaecidos en el último mes. «Estamos ante un delito que debe ser perseguido. La prioridad es identificar a los responsables y ponerlos a disposición de la Justicia», manifestó entonces el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona.
Cabe recordar que el primero de los incendios calcinó 10,5 hectáreas y se produjo el pasado 8 de diciembre en el paraje de la umbría de Valderrobres y que obligó además a desalojar varías masías y viviendas de turismo rural. Este primer incendio fue sofocado gracias a la actuación de los voluntarios y ya de madrugada se movilizó a la UME ante el temor de que las llamas adquiriesen mayores proporciones.
Por su parte el 19 días después, el 27 de diciembre dos nuevos conatos surgieron en la finca de la Torre del Marqués en
Monroyo y nuevamente en el paraje de la umbría. En este caso tan solo se calcinaron unas decenas de metros cuadrados y
actuaron nuevamente varios voluntarios, bomberos de Alcañiz y agentes de protección de la naturaleza que evitaron la propagación de las llamas.
Todos ellos se produjeron a última hora de la tarde y con una situación meteorológica similar marcada por la sequedad y las intensas rachas de viento de Noroeste. La nocturnidad de la aparición de las llamas imposibilita la adecuada intervención de los medios. Del mismo modo la elección de una zona de inicio de pinar, en zona baja y que ayudada por el viento dominante pudiese ir ganando altura constituyen, según los expertos, indicios más que evidentes de que detrás de la autoría hubiese un pirómano.
En todos los casos la preocupación se hizo más que evidente al no contar con cuadrillas de extinción de incendios en activo. Algo que los sindicatos demandaron reiteradamente al ejecutivo autonómico, ante la extrema sequía vivida en el territorio. La comunidad autónoma tan solo cuenta en activo durante la época invernal con la helitransportada de Alcorisa. La intencionalidad de los fuegos del Matarraña se suma a los de Torre la Ribera en Huesca, Mallén y Alberite de San Juan en Zaragoza.
Exigen más medios
Después de que la alarma saltase en el Matarraña ante esta última oleada de incendios, La Asociación Gent del Matarraña está recogiendo firmas y presentará en los próximos días ante la Consejería de Desarrollo Rural un manifiesto en el que se insta al ejecutivo a disponer de un dispositivo especial ante situaciones de sequía como la vivida actualmente en
el territorio.
En el manifiesto se reclaman, a grandes rasgos, 4 demandas que, a su juicio, consideran básicas para que no se vuelva a repetir la situación. Estas son: más cuadrillas de extinción, más autobombas, más puntos de vigilancia y contratos de prestación de servicios de mayor duración.
El documento fue consensuado por varios agentes políticos y sociales del territorio tras una reunión mantenida en Valderrobres días después del incendio de la umbría. «Estamos muy desprotegidos. En este momento tenemos desactivadas las patrullas forestales y reclamamos que sigan activas», explicó Sergio Úbeda, presidente de la Asociación de Vecinos Gent del Matarranya.