La ministra de Transición Ecológica del Gobierno de España, Teresa Ribera, está reunida este martes en Zaragoza con representantes del Gobierno de Aragón para abordar el futuro de Andorra tras el cierre de la Térmica. Cierre que ha asegurado llegará a partir del 30 de junio de 2020, “al igual que todas las centrales que no han acometido inversiones”. Endesa –ha dicho Ribera- deberá asumir los compromisos «no sólo con los trabajadores de la Térmica, sino también con los de las auxiliares y las subcontratas y no puede desentenderse de ellos«. Así lo ha asegurado en una entrevista realizada por la periodista Eva Pérez en el programa ‘La Rebotica’ de Radio Zaragoza a primera hora de este lunes.
La ministra ha reconocido que las relaciones con la empresa de la Térmica no han sido fáciles y «hay cosas que están funcionando mejor y cosas que están funcionando peor con Endesa«. En esa línea Ribera ha adelantado que introducirán «referencias normativas con reglas especiales» para la evacuación de la nueva energía. «Si lo habitual es que la capacidad de evacuación de nueva electricidad en la red dependa de quien primero lo pide, tiene que haber una regla especial para las zonas en transición, para que esa capacidad sea adjudicada a una o dos iniciativas que fijen población e inviertan en la zona», ha explicado.
«El desmantelamiento puede durar años»
Ribera espera traer buenas noticias a la reunión con DGA, aunque reitera que la transición es “un ejercicio de consolidación por etapas«, que puede «durar incluso años», y que no hay «nada inminente”. Ejercicio- insiste- en el que tiene que haber «un diálogo muy fluido con todos los actores» para ver cómo se construyen las distintas opciones. «Uno no llega y dice ahora sustituyo esto por otra cosa; hay que ir tejiendo un futuro de brillantez”.
La ministra ha explicado que estos meses han permitido ir identificando muchas opciones: «Hemos madurado cómo construir las medidas y reorientar los instrumentos de los que dispone el Gobierno de España para ir tejiendo con el Gobierno autonómico y luego ponerlas a disposición de los actores locales».
La ministra también ha reconocido que hubiera sido mejor comenzar hacer la transición «hace años» y que ahora lo mejor es «acelerar todo» y no esperar al 30 de junio de 2020. En este sentido, ha asegurado que les hubiera gustado firmar los convenios antes del verano, y le ha echado la culpa a la «situación de interinidad» del Gobierno de España.
Los convenios de transición -ha subrayado- recogerán el «diálogo social con el institucional» para que quede reflejado en un documento formalizado. En ellos se abarcará el diagnóstico de las zonas, el mantenimiento, la iniciativas que se han planteado, las nuevas necesidades de formación profesional, infraestructuras, barreras administrativas, reorientación de los instrumentos financieros para formación y empleo, reindustrialización, derechos de emisión, inversiones y préstamos en iniciativas renovables, entre otros asuntos.