El monumental campanario, erigido gracias al medico del Rey Fernando VI, Andres Piquer Arrufat ha sido reparado y restaurado
El «skyline» de Fórnoles luce como nunca. Finalizan los trabajos de restauración y reconstrucción de la torre de la iglesia parroquial de la localidad. Las obras han permitido consolidar la estructura de la imponente construcción y devolverle la belleza que el paso de los años le había arrevatado.
Para ello se ha actuado en las grietas y humedades y se han sellado y limpiado los huecos de las piedras de arenisca que conforman la monumental torre. Además el antiguo chapitel, torcido y que amenazaba ruina, ha sido reconstruído. Para ello se ha prescindido de la anterior construcción, realizada en ladrillo y mortero y se ha erigido un nuevo cuerpo al que se ha forrado con planchas de cobre, lo que confiere un nuevo aspecto al conjunto arquitectónico.
Del mismo modo se ha restaurado el escudo de los Borbones que luce en la base del campanario.
Los trabajos, que comenzaron a finales del mes de agosto, se han dilatado durante 10 semanas. La obra ha contado con un presupuesto total de 75.000 euros, de los cuales 60.000 han ido destinados al chapitel y cuerpo de campanas procedentes del Gobierno de Aragón y los 15.000 restantes han ido destinados a la parte baja de la torre gracias a la aportación del Arzobispado de Zaragoza.
La finalización de los trabajos ha sido acogido con entusiasmo en la población. Los fornolinos llevaban varios años observando con preocupación los evidentes daños de la cúspide del campanario y temían que se pudiesen provocar daños mayores.
Quedará pendiente todavía la reparación de otra de las naves laterales del templo, para la que todavía no hay presupuesto adjudicado. «Es un templo muy grande y de gran valor por lo que nuestro objetivo es continuar restaurándolo», explicó Trinidad Aguar, alcaldesa de Fórnoles.
La torre de la Iglesia de Fórnoles es una de las más altas del de todo el Bajo Aragón Histórico. La historia de su monumentalidad se remonta al siglo XVIII cuando el rey Fernando VI de Borbón costeó su construcción, como muestra de agradecimiento hacia el ilustre fornolino Andrés Piquer Arrufat, médico del monarca.
Sin embargo la que parece que tendrá que seguir esperando es la restauración del santuario de Monserrate, de gran valor histórico y artístico y que a día de hoy no cuenta con ningún plan de actuación.