Mark Morgan ha erigido la casa de sus sueños en una finca próxima a Valderrobres donde ha decidido establecerse
Un sueño hecho realidad y un proyecto por cumplir. Mark Morgan es un empresario e industrial textil procedente de Gales y que ha encontrado en el Matarraña el ideal de vivienda, entorno, paisaje y paisanaje que buscaba y que llevaba décadas fraguando en su mente. Tras 4 décadas vinculado a la industria mundial de la confección, su sueño se ha hecho realidad en la finca de Valderrobres denominada Cap Serra donde pretende continuar con su trayectoria laboral.
Sin ir más lejos Mark recibe al redactor del periódico LA COMARCA en su vivienda tan solo tres días después de haber regresado de Corea del Sur y de China por temas empresariales. El proyecto que Morgan tiene en mente es nítido: producir un aceite de oliva virgen extra, único en el mundo y extraído únicamente de sus olivos con procedimientos artesanos y ecológicos.
Todo ello después de que el empresario haya recorrido prácticamente todos los rincones del planeta. Mark vivió y recorrió durante una temporada la Toscana italiana. Sin embargo, tras contactar con la agencia Country Property, descubrió el Matarraña. «Aquí está todo lo que amo. El clima, el paisaje mediterráneo, los olivos y sobre todo una amabilidad y facilidad de trato con las gente que no he encontrado en ningún otro lugar del mundo», explica. Mark lo dice a las claras, está terminando de erigir la casa de sus sueños en el Matarraña.
Tiene muy claro además que viene para quedarse y por ello su intención es abandonar definitivamente su residencia temporal de Londres para venirse al Matarraña a pasar gran parte de su tiempo. Reconoce que la multiculturalidad de la capital británica, a la que por motivos laborales tendrá que seguir yendo, le sigue cautivando y que ha sido decisiva en su mentalidad. Sin embargo tiene claro que su lugar ahora mismo está en esta finca próxima a Valderrobres.
Internet le permite mantener contacto permanente con todos sus proveedores distribuidos por buena parte del mundo. Además, añade, la situación geográfica del Matarraña le permite coger, sin ninguna dificultad, cualquier tipo de vuelo desde los aeropuertos de Zaragoza, Reus y Castellón.
Su finca resultó afectada por un catastrófico incendio que se originó en las proximidades del río Tastavins hace 10 años y que acabó con decenas de hectáreas de pinar y olivar. Por ello, el empresario está recuperando cada uno de los antiguos olivos de los campos circundantes con total cariño y dedicación. Con el mismo mimo actúa en los bancales que resultaron afectados por las llamas de aquel virulento incendio donde ha replantado decenas de olivos y otras especies arbóreas propias del territorio.
La vivienda, de nueva factura, guarda total mimetismo con el entorno y semeja una masía matarrañense. Todos los elementos empleados -piedras, maderas, puertas y ventanas- son originales. Mark es una persona totalmente comprometida con el medio ambiente y por ello la vivienda es totalmente autosuficiente en materia energética. La electricidad la obtiene con placas solares y tanto el frío como el calor de la climatización son el resultado de aprovechar la energía del sol y el frescor del subsuelo.
Jesús Pallarés Bonet dice
Me gusta mucho la filosofia de Mark, bastante más que las lujosas casas bolet que pretenden hacer por Queretes y que rompen totalmente con la estética y sostenibilidad de la zona.
Victor Brauner dice
Es fantástico que personas con cultura y conocimientos, vengan a Valderobles con proyectos positivos e innovadores, respetando el campo y la tradición del lugar, y construyendo un futuro mejor.
Este es un buen ejemplo a seguir, y de una filosofia totalmente distinta al afán destructivo y corrupto que tienen en Alcañiz, derribando casas de propiedad privada, sin consultar con los propietarios, con asaltos y abusos, rompiendo los tejados, para provocar un mal estado de las viviendas , y hacer derribos, traficar con solares confiscados y robados. Están destruyendo todo el casco histórico, por lo visto para hacer parkins y meter automóviles, en un lugar que debería ser peatonal, con una corrupción urbanística delictiva y abusando de las personas y sus bienes, acosando a la gente, amenazando, con total prevaricación, y violando la Constitución, y las normas de la UE.
Hay que respetar el medio ambiente, y los derechos de las personas,porque los políticos solo piensan en sus sucios negocios, y sus tantos por ciento de comisiones, y avasallan con todo.
El aceite y los olivos son una parte de la identidad y la tradición, esto que en Alcañiz quieren destruir.
Un aplauso para este amigo ingles.