En los primeros días el 900 25 26 26 registró 65 llamadas, algunas desde diferentes comunidades autónomas para interesarse por este servicio
El pasado 1 de junio el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) puso en marcha un nuevo servicio, el teléfono de asistencia para personas mayores. Este servicio está dirigido preferentemente a personas mayores que viven solas y necesiten información sobre algún servicio del IASS o asistencia de cualquier tipo.
Su fin es, en definitiva, es muy amplio, pero en todo momento pretende ser una referencia para aquellos mayores que necesiten ayuda y nadie pueda prestársela en ese momento por diferentes motivos. La atención será inmediata por lo que derivará de forma urgente los casos a los servicios de emergencia si fuera necesario. “Tiene también otros objetivos como poder iniciar denuncias en una situación de maltrato a una persona mayor; y además está vinculado a la soledad de estas personas, en un momento determinado puede servir como un servicio de prevención en situaciones complicadas”, explicó Joaquín Santos, gerente del IASS.
También se busca garantizar su seguridad y bienestar emocional, en definitiva, reducir su soledad e intentar combatir el riesgo de aislamiento y exclusión social.
Este teléfono puede ser utilizado de lunes a viernes desde las 15.00 horas hasta las 7.00 de la mañana del día siguiente; y las 24 horas del día los fines de semana. Es decir, el teléfono está disponible justo cuando no lo están las administraciones, que habitualmente prestan sus servicios en horario de mañana.
Al otro lado del teléfono se encuentran un total de cinco trabajadores de la Fundación Disminuidos Físicos de Aragón, que realizan esta labor gracias a un convenio firmado con el IASS. “Las personas que están trabajando en el teléfono son personas con discapacidad, y creo que también en este sentido el servicio es importante y significativo”, aseguró Santos.
En sus tres primeros días de funcionamiento 65 personas decidieron marcar este número, el 900 25 26 26. La mitad lo hizo para felicitar por la prestación del servicio o pedir información sobre el mismo, e incluso algunos llamaron desde otras comunidades autónomas.
No obstante, resulta destacable que la mayoría de las llamadas de las que se tienen datos por el momento –en concreto el 90%– procedían de Zaragoza capital. Respecto a esta cifra, Santos aseguró que la soledad “se vive de manera distinta” en función del lugar en el que resida esa persona mayor. “Cuanto más anónima es la persona en el entorno en el que vive es más fácil sentirse solo. En las localidades más pequeñas donde se mantienen las relaciones de vecindad y donde las personas tienen lazos familiares más estrechos esa sensación de soledad será menos, lo que no quiere decir evidentemente que no se produzca”, reflexionó Santos.