La Ministra insiste en el cierre de las térmicas en 2020 y Lambán defiende la «continuidad»
Es la crónica de una muerta anunciada. La Central Térmica de Andorra dejará de echar humo en 2020. Que Endesa decida invertir los 190 millones de euros -ó 60 hasta 2023-, que necesita la infraestructura para continuar quemando carbón es prácticamente imposible. Y más atendiendo a las últimas declaraciones de la Ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, que reiteró este miércoles en el Congreso de los Diputados que el futuro del país no pasa por alargar la vida útil de ninguna central térmica que no haya decidido ya realizar la inversión. La Ministra ha defendido por activa y por pasiva la descarbonización de la economía desde que asumió el cargo hace un mes e incluso ha liderado los planes europeos de transición a las renovables.
Por lo tanto, que el Gobierno central plantee un escenario favorable a la quema de carbón autóctono en los próximos años queda prácticamente descartado. Este escenario pasaría por establecer un porcentaje mínimo de carbón dentro del Mix Energético, una condición que está contemplada en el Plan del Carbón 2013-2018 pero que ni el Partido Popular ha aprobado mientras ha estado en el Ejecutivo ni parece que el PSOE, firme defensor en Aragón de la continuidad de la Central Térmica andorrana por cuestiones de seguridad de suministro, lo vaya a aprobar con Ribera al frente.
Ante esta situación, la única esperanza que le queda a la cuenca minera turolense es la reindustrialización. «No queremos dinero. Lo que queremos es que no cierren nuestras escuelas ni nuestros centros de salud. Y que no se vayan, obligados, nuestros hijos», dicen con desesperación desde la mesa por el futuro y la reindustrialización de Andorra-Sierra de Arcos, formada por agentes sociales, políticos y empresariales, así como por vecinos del territorio.
Precisamente para conseguir esa reindustrialización se lleva trabajando décadas con planes estatales y regionales; incluso con fondos europeos ligados al desarrollo rural (Plan Miner, Programa de Alternativas del Fondo de Inversiones de Teruel, Fondos Leader…). Pero los frutos, por no decir nulos, han sido escasos.
Apenas algún municipio como Albalate del Arzobispo ha conseguido mantener la población y mira al futuro con optimismo ante la inminente apertura de la multinacional Toro Gips. Y solo una decena de proyectos, como el Hotel Balneario de Ariño, han resultado exitosos en lo que a creación de empleo se refiere. «Lo que no hemos hecho en años, ahora tenemos que hacerlo a contrarreloj», reflexionan en la mesa, que también asume parte de la culpa.
Aún con todo, les gustaría aferrarse al compromiso de la Ministra de no «abandonar» a los territorios que dependen de la actividad minero-eléctrica poniendo en marcha un Plan de Transición Justo. «Lo que también sigue diciendo la Ministra es que no se va a dejar tirados a las comarcas y los pueblos mineros», señala el alcalde de Ariño y minero de Samca, Joaquín Noé, que asegura que seguirá defendiendo el carbón «gobierne quien gobierne» y que, en el momento de buscar alternativas, las ayudas tienen que destinarse a los pueblos que van a sufrir el abandono de la actividad de forma directa, como Ariño o Andorra.
Noé continúa creyendo en una Central que puede funcionar con inversiones y recuerda que el carbón es «necesario». «El carbón no va a desaparecer aunque se cierre la térmica de Andorra, va a seguir estando en el Mix y lo negativo para nosotros es que va a ser de importación», recuerda el primer edil al mismo tiempo que subraya que ayer -por el miércoles- el 18% de la energía se estaba produciendo con carbón.
«Es el final de una muerte que ya anunciamos nosotros hace muchos años. Hemos intentado que se llevara a cabo una transición y no lo hemos conseguido. Los políticos no nos han escuchado», señala Antonio Planas, representante en la mesa por el futuro de la comarca de CCOO. Recuerda que proyectos hay encima de la mesa desde «hace tiempo», pero que ha faltado voluntad política. «La elevación de aguas del Ebro, el ferrocarril, crear un centro de investigación para renovables en el Ítaca…», enumera el trabajador de la Térmica. Lamenta que la presión social llevó a crear un foro en Aragón en el que estaban representadas también las empresas y todas las instituciones. «Pero hace mucho tiempo que no nos reunimos», detalla.
«Nos preocupa que se hable de una transición justa cuando hasta ahora no se ha hecho nada. Esta comarca puede llegar a desaparecer más pronto que tarde», añade Alejo Galve, secretario de UGT en Teruel y empleado de la Central.
La mesa comarcal se reunió de urgencia el miércoles por la tarde en Andorra. Acordaron solicitar una reunión formal con la consejera de Economía e Industria, Marta Gastón, y con el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán. Ambos llevan semanas defendiendo la Térmica y discrepando con las declaraciones de la Ministra de Transición.
Ayer mismo, Lambán le trasladó a la Ministra de Administración Territorial, Meritxell Batet, su convencimiento de que es «imposible cerrar la Central Térmica de Andorra en 2020 sin causar daños irreparables a las cuencas mineras» y al propio sector energético español para garantizar el suministro en determinadas épocas. Le recordó que en Bruselas se estudian fórmulas concretas para solucionar los problemas de la legislación europea y alargar la vida de las centrales térmicas hasta que sean prescindibles.
Emilia Carbo dice
El Sr Lamban, no está a la altura.
Las energías RENOVABLES. .Ya debían estar funcionando. ..y terminar con el carbón. ..Un contaminante mortal, si vemos los índices de CANCER. .en esta zona….
No hay más ciego que el que no QUIERE VER!!