Desolación y el trabajo de años y décadas por los suelos. Esta situación es la que se están encontrando durante estos días decenas de ganaderos, agricultores y empresarios agroalimentarios del territorio. El caos de explotaciones ganaderas de cerdos, conejos y pollos aplastadas por el peso de la nieve se reproduce en buena parte de las comarcas del Matarraña, Maestrazgo, Bajo Aragón, Cuencas Mineras y Andorra-Sierra de Arcos. prácticamente a cada hora aparece un nuevo caso de derrumbe y de edificio afectado. Solo en el Matarraña han trascendido más de 25 explotaciones aplastadas. En localidades como Fuentespalda se han derrumbado hasta 9 granjas, algunas de ellas con hasta 1.200 madres de porcino. En Cretas se ha hundido el molino de aceite y dos naves de granjas de pollos con animales dentro. En Monroyo 3 explotaciones ganaderas. En La Ginebrosa una explotación de pavos y otra de conejos y un largo etcétera que se reproduce en buena parte de los municipios bajoaragoneses.

El Matadero Comarcal y la Ciudad de la Carne de Valderrobres están trabajando, a duras penas, gracias a la instalación de varios grupos electrógenos. El matadero y la sala de despiece tardarán varios días o semanas en recuperar la normalidad. La peor parte se la ha llevado la fábrica de piensos Guco donde uno de los hangares se vino abajo por el peso de la nieve. Cientos de agricultores y ganaderos lo han perdido todo en pocas horas. Cabe recordar que en Valderrobres las pérdidas superan 1 millón de euros solo en infraestructuras municipales. «Sentimos una gran tristeza. En pocas horas cientos de valderrobrenses lo han perdido todo, es una catástrofe«, explicó Carlos Boné, alcalde de Valderrobres.

El Bajo Aragón, especialmente la zona del Mezquín, el Maestrazgo, Andorra-Sierra de Arcos y Cuencas Mineras cuentan de igual modo por decenas los edificios afectados. En lo que todos están de acuerdo es en que las pérdidas van a ser millonarias en todo el sector agroalimentario bajaragonés. En cuanto al sector olivarero se habla de «catástrofe» ya que la práctica totalidad de los ejemplares situados a más de 500 metros de altitud se han visto seriamente afectados por la nevada. «Creemos que, por lo menos, hasta dentro de 4 o 5 años no empezaremos a recuperar las producciones normales porque el daño ha sido tremendo», explicó David Andreu, secretario provincial de Uaga en Teruel.