El toque manual de campanas de nuestro país figura desde este miércoles en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. En la actualidad perviven en España más de treinta modos diferentes de toque manuales, un lenguaje sonoro que se ha mantenido a lo largo de los siglos como un medio de comunicación comunitario. La candidatura la encabezaron desde Valencia los Campaners d’Albaida, aunque también contaron con apoyo aragonés.
En localidades como Valdealgorfa, que el año pasado restauró su campana Santa María Magdalena, celebran este reconocimiento. «Antes la campana era el habla del pueblo. A día de hoy toca las horas, los cuartos, las misas… pero lo que más nos gusta, que es lo que han hecho Patrimonio Inmaterial de la Humanidad es el bandeo manual. Quiero decir, poder seguir la tradición año a año, sabiendo que lo han hecho tus antepasados», explica Marc Pardo, uno de los jóvenes valdealgorfanos implicado en el bandeo manual en fechas señaladas. Hace especial hincapié en lo que supone preservar este patrimonio. «Es un homenaje después de muchos años en los que nuestra campana ha estado parada, o en los que este tema no ha estado en auge. Es bonito recuperar las tradiciones», insistía.
Otros pueblos que también utilizan este sistema para tañer sus queridos instrumentos son Alloza -que cuenta con la agrupación de bandeadores de San Blas-, La Cañada de Verich, Castelnou o Jatiel, que también recuperó su toque manual en 2019 durante las fiestas de San Francisco Javier tras un largo proceso de restauración del preciado instrumento.
La noticia ha sorprendido a la gran parte de los vecinos, que no ocultan su ilusión. «Voy a proponer bandear este domingo porque esto que ha pasado hay que celebrarlo. Lo suyo hubiera sido subir este miércoles, pero claro, no estábamos preparados para la ocasión», confiesa Pardo. También desde Alloza planean poder hacer algo próximamente, aunque todavía deben reunirse, tal y como explicó Nicolás Bespín, uno de los siete miembros del grupo allocino.
Cabe destacar que el bandeado manual de este tipo de instrumentos exige cierta logística y organización, además del personal suficiente, puesto que muchos pueblos no cuentan únicamente con una sola campana, sino con varias que se voltean al mismo tiempo para lograr los repiques.
Los toques han sido utilizados a lo largo del tiempo para celebrar buenas noticias, anunciar las malas o alertar de imprevistos. Algunos de los toques más destacados son los que anunciaban el comienzo de las celebraciones religiosas e incluso el toque que marcaba el paso de las horas. Hoy en día se siguen escuchando en numerosos pueblos, pero en la mayoría de casos gracias a sistemas automatizados.
En mi pueblo cuando bandean lo hacen a mano. Me encanta este sonido de las campanas. Suenan a fiesta mayor.