Avanzado ya el mes de agosto las comarcas del territorio hacen un balance provisional de cómo está funcionando el sector turístico en este verano atípico. A pesar de los altibajos del coronavirus, no se ha dejado de trabajar aunque algunas comarcas, las más turísticas, presentan mejores datos que otras. Las impresiones de los representantes del sector son dispares, aunque todos coinciden en que el turismo es «muy sensible» ante los rebrotes.
Repunte en Matarraña y Maestrazgo
En el Matarraña, una de las comarcas más turísticas, se está trabajando «muy bien», tal como indican desde el sector. Hay muchas llamadas para pedir información sobre la situación de territorio. Tanto restaurantes como casas rurales y hoteles gozan de una muy buena ocupación. La comarca lleva al menos dos semanas sin nuevos casos confirmados, una zona limpia que atrae a muchos turistas. El perfil de los visitantes es «el habitual», la mayoría procedentes de Cataluña o Comunidad Valenciana, aunque también repuntan la visita de los propios aragoneses. «Estamos contentos, en julio se trabajó mucho más que otros años y agosto estaba con mucha incertidumbre pero poco a poco se ha ido animando y la gente sigue llamando», explica Marta Ferrás, presidenta de los empresarios del Matarraña.
También este mes de agosto se presenta con una «buena afluencia» de turistas en la comarca del Maestrazgo. Se está «trabajando mucho» en el sector hostelero, aunque los sitios de ocio sí que han sufrido un considerable descenso de la actividad a raíz de las restricciones. El perfil de los visitantes es mayoritariamente aragonés, a diferencia de años anteriores, cuando la comarca recibía a turistas de zonas limítrofes como Castellón y Tarragona. «Normalmente se quedan a hacer noche, además las pernoctaciones se suelen alargar en varios días», explica Pilar Beltrán presidenta de los empresarios turísticos de esta comarca. Además, apunta que las estancias son más largas que en otros años y se suceden entre semana para «evitar aglomeraciones».
«Altibajos» a causa de los rebrotes
Desde la Comarca del Bajo Aragón los rebrotes han definido el funcionamiento del sector, que se ha mostrado «muy sensible» a las noticias que se van sucediendo día tras días. La imposibilidad de atender a grupos de más de 10 personas ha sido una «afección importante» en cuanto a comuniones y bodas ya programadas. Los alojamientos han tenido un comportamiento «muy irregular». «Pedimos mucha concreción en las noticias», apunta Nieves Ballestero, gerente de la Asociación Turismo Bajo Aragón. Por su parte, los pueblos más pequeños cuentan con «gran afluencia» principalmente por los vecinos con segundas residencias, lo que tiene una repercusión económica muy positiva para los establecimientos locales. No obstante, la paralización de actividades como el tren turístico en Alcañiz se ha notado en el sector. «Incide directamente en la restauración o los alojamientos por la disminución de la oferta turística», apunta Ballestero.
En Cuencas Mineras las casas rurales han tenido «bastante éxito» aunque la ocupación de los hoteles ha bajado considerablemente respecto a otros años. El reciente repunte de positivos en la zona afecta directamente al sector. Esta temporada la afluencia ha sido generalmente de «un turismo de paso». Aparte de sus enclaves turísticos, los visitantes prefieren la naturaleza. «Los museos mineros tanto de Escucha como de Utrillas siempre destacan, aunque este año hemos visto un repunte importante en el Parque Cultural del Río Martín y toda la zona limitrofe está bastante llena», destaca Dina Sancho, gerente de la Asociación Comarcal Empresarios de Cuencas Mineras.
En Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín, comarcas no eminentemente turísticas, las impresiones «no son del todo malas», tal como apuntan desde el sector. Aun así el mes por excelencia, agosto, está marcado por la ausencia de fiestas en los pueblos. A pesar de ello son muchos los que «se refugian» en sus segundas residencias, lo que es un buen incentivo para el sector comercial. «Está claro que no va a ser lo de años anteriores pero la gente viene con prudencia. De hecho, el número de viviendas que se venden en los pueblos está repuntando, es un dato curioso que se reformen las casas en los pueblos. Quizás en esta nueva realidad el mundo rural pueda salir beneficiado», puntualiza Roberto Miguel, presidente de los empresarios de ambas comarcas.
Sin pesca en el Bajo Aragón-Caspe
En la Comarca del Bajo Aragón-Caspe, en fase 2 desde hace más de un mes, el turismo de la temporada está asociado un 90% con la pesca, una actividad para la cual habitualmente acuden muchos británicos, holandeses, alemanes o checos. Los rebrotes y las restricciones han hecho que este año la actividad sea «prácticamente nula» tal como apuntaJosé Vicente Sancho presidente de la Asociación de Pequeños Empresarios de Caspe y Comarca. Los establecimientos de pernoctaciones se encuentran cerrados o con un nivel de trabajo infructuoso. «Se mantienen por motivos laborales, no por ocio».