Los regantes fijan enero para que el Ministerio convoque la Comisión de Seguimiento o «tomarán medidas».
De «tomadura de pelo» calificaron este lunes los regantes la situación que atraviesa el recrecimiento del embalse de Santolea. Cuando parecía que solo quedaban unos pasos sobre el papel casi de trámite, el proyecto está estancado en su fase burocrática. Según los plazos dados por la administración hace un año, ya se deberían haber licitado las obras.
Ayer se celebró la Junta General Ordinaria anual de la Junta Central de Usuarios del río Guadalope. Se puso en evidencia el malestar con un asunto que «parece el cuento de nunca acabar». Desde la Junta anunciaron que se ha solicitado al Ministerio de Medio Ambiente que convoque la Comisión de Seguimiento del Recrecimiento, una mesa que no se sienta desde comienzos de 2015.
«Vamos a aguardar enero a que se convoque y den una solución y si no, puede que tengamos que tomar medidas. No sé si judiciales, pero otras medidas porque nos están tomando el pelo con este asunto», dijo el presidente, José Fernando Murria. Los presentes, integrantes de los sindicatos de riegos de toda la cuenca como Alcañiz, Caspe, Mas de las Matas, Calanda o Aguaviva, entre otras poblaciones, se mostraron favorables e, incluso, lanzaron propuestas.
«Esto depende de decisiones políticas en Madrid pero aquí también tenemos diputados que nos representan allí y no vemos que hagan nada», dijeron. «Tenemos que implicar a la opinión pública y hacer acciones para que se nos vea y escuche», fue otra de las propuestas. Todo se tuvo en cuenta, incluso la posibilidad de convocar a los políticos del territorio para exponerles su preocupación.
De este recrecimiento dependen más de 2.000 agricultores desde hace décadas. Cabe destacar que esta obra está incluida en el Pacto del Agua para asentar y garantizar regadíos en la cuenca del Guadalope y cubrir las demandas de la Central Térmica. En 2007 se llevaron a cabo las primeras acciones técnicas para comenzar los trabajos pero todo se paralizó en 2012 por problemas técnicos con la ubicación de la presa y todavía no se ha reanudado.
En la última Comisión de Seguimiento de 2015 se aprobó la nueva ubicación en el Estrecho de Cañón. Se creará una presa de 16 metros de altura que se prevé que saldrá a licitación por 32.158.726 euros.
Murria recordó su encuentro hace un par de meses con la Ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, en unas jornadas de regadío del Alto Aragón celebradas en Huesca. «Me enseñó la documentación de Santolea, me dijo que estaba en el proceso de superar el Impacto Medioambiental. Aseguró que no iba a haber problema para sacarlo adelante en cuanto hubiese un gobierno en España y seguimos igual».
Tampoco ocultó su enfado por la presentación de observaciones por parte de medioambiente del ejecutivo aragonés. «No entiendo que el departamento estuviera de acuerdo con el proyecto desde el principio y ahora me entero de que pusieron una observación y además, fuera de plazo, algo que a un ciudadano no se le consiente», añadió y lamentó que todo esto, «solo sirva para más retrasos».
Fuera del Plan 2014-2020
También el Programa de Desarrollo Rural para Aragón 2014-2020 crispó los ánimos. Los fondos están dirigidos a la modernización integral de regadíos y DGA aprobó 7 y dejó a 17 en reserva. Ninguno de los presentados de la zona han sido admitidos. «No se han tenido en cuenta los regadíos antiguos, solo los nuevos», aseguró Murria, que afirmó que se ha solicitado una reunión con el consejero, Joaquín Olona. En este sentido, se anunció la posibilidad de llevar la reivindicación en conjunto con los regantes de la cuenca del Matarraña y del Jalón ya que «los problemas son los mimos».
Todos se sometieron a unos baremos y en la lista de admitidos hay seis de la provincia de Huesca y uno de la de Zaragoza con 60.000 euros de subvención. A los oscenses se les asignan unos 20 millones. «Lo único que han hecho es dar a los que más tienen. Tanto que hablan de asentar población y esto es lo contrario porque vamos por fases y hay proyectos que solo necesitan el remate para que haya futuro y la gente no se vaya», dijeron desde el público. También se aludió directamente a la clase política de la que se aseguró que «podría hacer mucho más de lo que hace».
La modernización del regadío de la Huerta de Samper de Calanda ocupa el primer lugar en la lista de espera. Tiene un presupuesto de 6,2 millones del que se subvencionaría la mitad. El tercer puesto lo ocupa Calanda, que precisa de 500.000 euros para la red de presión de la Huerta Alta y del que también se subvencionaría el 50%. El resto de la lista en espera la componen 14 comunidades de regantes de Huesca y una de Zaragoza.
«Es una contradicción, porque se apoya a los que funcionan de sobra pero no a los que necesitan esa ayuda para arrancar», apoyó el presidente de la Comunidad de Regantes de Civán en Caspe, Benito Gimeno.
Presupuestos y otras infraestructuras
En la Junta se aprobaron los presupuestos para 2017. La cifra asciende a unos 62.000 euros y, según los cálculos, se podría acabar 2017 con un superávit de 10.000 euros.
Además de desglosar las partidas, muy similares a las del presente año, se comentaron otros proyectos en los informes de presidencia. Uno de ellos, el arreglo de la carretera que conecta Alcañiz con la presa de Caspe. Desde hace tiempo presenta numerosos baches y agujeros que no permiten la circulación tan apenas. «La Confederación Hidrográfica del Ebro ya nos ha dicho que no se va a hacer cargo porque no hay dinero y que es un tema de agricultores», anunciaron despertando las risas de ironía del público ante otro problema sin resolver.
No obstante, aseguraron que la CHE había contactado con el alcalde de Alcañiz, Juan Carlos Gracia, para que se encargue de destinar 30.000 euros. Para obtener la subvención, desde la Junta se remitirá una carta al Ayuntamiento.
Apoyo a la pervivencia de la Central
En el turno de ruegos y preguntas se habló de Endesa y de la importancia de que continúe en el territorio. El caspolino, Benito Gimeno, puso sobre la mesa la propuesta de que desde la Junta se manifieste un apoyo común a la pervivencia de la Central Térmica.
«No solo por los mineros, la mayoría de los agricultores no estaríamos aquí si no hubiera sido por la llegada de la eléctrica», dijo e instó a que se tuviese en cuenta su propuesta. También se expuso la preocupación sobre qué sucedería con el agua que liberaría la Central en caso de cerrar. «Se ha dicho que sería buena para nuevos regadíos y esto nos preocupa porque creo que deberíamos tener prioridad los que ya están», añadió.
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