El embalse de Pena ha servido a Esther Puyo como lugar inspiración para la publicación de su primer libro: Un Tiempo un Café
La inigualable vista el embalse de Pena como fuente de inspiración. La filóloga cretense -y beceitana de adopción- Esther Puyo, reconoce que la vista que durante décadas ha podido contemplar desde su casa, le ha aportado la inspiración para a sus 53 años publicar su primera novela, «Un Tiempo Un Café».
Se trata de unas memorias noveladas que recogen multitud de historias, basadas gran parte de ellas en hechos reales, que transcurren en el bar de la plaza de España de Cretas, que durante muchos años y siendo ella muy joven fue regentado por los seis hermanos que conforman la familia Puyo Monserrat y que fue regentado por su madre después del fallecimiento de su abuela. «Seguro que hay mucha gente que se reconoce y que reconoce y recuerda algunas de las historias que aparecen en el libro», explica la autora. Lo cierto es que Esther, reconoce, aunque es sabida la actitud colaborativa de los cretenses se ha sentido abrumada estas últimas semanas por el gran respaldo y apoyo de los vecinos de Cretas, además de los de Valderrobres y del resto del Matarraña.
El libro, sin hacer alusión a años concretos, nos lleva a una época en la que los cretenses vieron cómo llegaban los primeros políticos en busca del voto democrático, algunos turistas culturales y hasta cómicos ambulantes. «El lector reconocerá la época de la Transición y todo el contexto político y social de entonces», añade.
El libro fue presentado el 23 de abril en Valderrobres y volverá a firmar ejemplares el próximo día 19 en Cretas y el 20 en Librería Serret de Valderrobres después de poder publicar el libro a través de una editorial de autopublicación.
La escritora ha podido publicarla poco tiempo antes de tener que abandonar la casa del embalse de Pena con las vistas que le han servido de inspiración, ante la jubilación de su marido Mariano, operario de la CHE en el pantano. Esther no oculta su nostalgia por tener que abandonar la vivienda que tan buenos momentos le ha hecho pasar a ella, su marido y sus dos hijos. «Iremos al casco urbano de Beceite donde vamos a estar muy bien, pero siempre llevaré esta vista del pantano en mi corazón porque hemos sido muy felices aquí», explica.