La familia Ruiz-Rivero lleva 20 años participando en el programa de Familias de Acogida de Aragón
La familia Ruiz-Rivero es un de las más conocidas de Torrevelilla. No sólo porque participan activamente en las asociaciones e iniciativas que propone la localidad, sino porque su labor ha contribuido, y mucho, a llenar el pueblode vida en los últimos 20 años. Son miembros de la Asociación de Familias de Acogida (ADAFA) de Aragón y por su casa han pasado más de 70 niños con diferentes circunstancias y problemas; pero todos han dejado una huella imborrable; tanto en la familia como en los vecinos del pueblo.
El sábado, los torredanos y torredanas quisieron reconocerles nombrándoles pregoneros de las fiestas en honor a San Joaquín y San Marcos. Victoria, Agustín y sus dos hijos biológicos -los gemelos Emilio y Eduardo-, recordaron muchos de los momentos vividos y aprovecharon para «pedir perdón y dar las gracias». «Damos las gracias a Torrevelilla por cómo han integrado a los pequeños; porque todos han sido abuelos, hermanos, amigos… No solo somos nosotros una familia de acogida sino que Torrevelilla es un pueblo de acogida también», subrayaron.
Asimismo, el matrimonio quiso pedir perdón a sus hijos. «Sabemos que ahora ellos, y sus parejas, están con nosotros en este proceso, sino no sería posible. Pero han tenido momentos duros. Tener unos padres colgados que han decidido que en su casa no van a parar de entrar hermanos a ejercer una competencia desleal, no es fácil», recalcó Victoria con una sonrisa. «Ahora de mayores han visto que les ha venido muy bien porque han visto problemas y situaciones muy graves con los que han aprendido y, creemos, les han ayudado a ser mejores personas», añadió Agustín.
SOS: más familias de acogida
Desde su experiencia, Victoria y Agustín animan a todas las familias que puedan a participar en la asociación. El hogar que ellos ponen a disposición del Instituto Aragonés de Servicios Sociales es una opción anterior al centro de acogida. «En los centros están muy bien atendidos pero, en un hogar, es diferente. Reciben calor. Cariño y amor, pero también broncas y disciplina», reflexiona el matrimonio.
Reconocen que se han enfrentado a situaciones «muy duras» pero que la sonrisa de los niños son la mejor recompensa. «Eso si, tienes que tener muy claro que son situaciones transitorias, que el niño está contigo hasta que se le soluciona el problema. Aún así, las despedidas son el peor momento porque no paras de llorar como descosidos», coinciden.
Comenzaron en este programa después de que un matrimonio amigo falleciera y dejara a tres pequeños. «Estábamos más sensibles y escuchamos una petición de la asociación en la radio. Lo hablamos en casa y decidimos comenzar», relatan.
En enero de este año, la familia Ruiz-Rivero decidió terminar esta etapa de acogida. No obstante, un caso especial de un bebé volvió a llegarles al corazón y han comenzado de nuevo. Quizá sea el último niño para los Ruiz-Rivero, pero ojalá su ejemplo sirva para que otras familias comiencen a acoger a pequeños y a prestar este servicio tan necesario.
Hola, somos Raúl y Nadia.
Somos dos de los afortunados 70 niños que estubierón con Victoria y Agustín. Gracias a ellos tenemos un futuro y una familia que nos quiere y nos cuida. Nos dieron una muy buena infancia y se lo agradecemos, y estamos seguros que nuestra historia con ellos es la misma que los otros 68 niños. Gracias y un abrazo desde Huesca.