La investigación quiere conocer cómo realizan sus compras los vecinos de una zona despoblada y mal comunicada
La pérdida de habitantes es una de las grandes preocupaciones para la provincia de Teruel. No es una novedad, sino un problema al que se intenta combatir desde hace años. Por el momento nadie ha conseguido dar con la receta para poner fin a esta problemática y parece complicado que la panacea esté cerca. Las administraciones públicas, desde el Gobierno de España, pasando por el Gobierno de Aragón, hasta llegar a la Diputación Provincial de Teruel, trabajan con la mirada puesta en frenan la sangría demográfica, aunque los planes que ya están en marcha no parecen dar con la solución.
Pese a todo, la esperanza es lo último que se pierde y son muchas las personas que trabajan en la búsqueda de oportunidades, que no ya soluciones. Un ejemplo es el de la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad de Zaragoza. Juntas trabajan en un estudio internacional, impulsado por científicos americanos y canadienses, que tiene el objetivo de analizar el acceso que tienen los habitantes del Maestrazgo al comercio.
Los investigadores han elegido esta zona de la provincia de Teruel por ser un claro ejemplo de la España despoblada y mal comunicada; un territorio que en el último siglo ha perdido cerca del 80% de la población. Por estos motivos el Maestrazgo es uno de los espacios elegidos para una investigación que tiene el objetivo principal de estudiar la geografía de las áreas despobladas en el mundo.
En el caso turolense, el estudio dirigido por Julio Soria, profesor de Ordenación del Territorio en la Universidad Pública, y en el que trabajan los profesores de la Universidad de Zaragoza Aldo Arranz-López y Ricardo Badía-Lázaro, quiere conocer cómo acceden los habitantes del Maestrazgo al comercio. Es decir, por poner un ejemplo, qué tipo de ruta y transporte elige un vecino de Fortanete de 47 años para comprar los muebles de su cocina. «Distinguimos a las personas por grupos de edad, por su renta o hábitos de vida. Lo hacemos así porque queremos conocer si existe algún grupo de población que está en riesgo de exclusión social», explica Julio Soria.
Para realizar este estudio, los investigadores han llevado a cabo un exhaustivo trabajo de campo en su primera fase. Durante varias semanas han visitado todas las localidades del Maestrazgo y han realizado en torno a 200 encuestas personales, la mayoría de ellas a pie de calle. En estos momentos el estudio se centra en el análisis en profundidad de todos los resultados, aunque señalan que algunos resultados «se pueden presuponer». «Los problemas que podemos ver es que el Maestrazgo tiene una población muy envejecida, prácticamente la media de edad es de 52 años, existe una dependencia muy alta del automóvil para realizar compras y también del transporte público», comenta Soria.
Área con problemas y oportunidades
Pese a que la situación del Maestrazgo no es la mejor, con «problemas estructurales muy fuertes», Soria señala que también observa «un área de oportunidad muy importante». Los ejemplos que pone el investigador se centran en las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. Por ejemplo, la compra por internet o la posibilidad de realizar todo tipo de trámites administrativos por la net. «Es una oportunidad muy importante para nutrir a esta región de algunos servicios que hoy por hoy tienen un acceso complicado». Con todo, Soria destaca que aquí surge otro problema, la brecha digital.
Con una población tan envejecida como la del Maestrazgo, son muchas las personas que no tienen conocimientos básicos para controlar un ordenador y que no confían al cien por cien en la seguridad de internet. Por eso, el director de la investigación opina que hay que actuar en dos direcciones. «Por un lado es necesario educar, hace falta formación. Y por otro, es necesario que las administraciones se impliquen. Es decir, tienen que hacer un esfuerzo grande por facilitar los trámites de gestión online. Ahora son tortuosos y la brecha digital es casi insalvable», explica.
Estas son algunas de las conclusiones a las que los investigadores esperan poder llegar en los próximos meses. Son hipotéticas, porque todavía no conocen todos los resultados de los análisis del estudio, aunque algunos se pueden extrapolar no solo al Maestrazgo, sino a toda la provincia de Teruel. Julio Soria es honesto y asegura que no tiene la receta para acabar con la sangría demográfica que sufre el territorio, aunque tiene claro que la clave puede estar en buscar un equilibrio entre el uso de las nuevas tecnologías y la implementación de políticas integradoras. «Ahora nuestro objetivo es analizar los resultados y observar qué grupos de población están en mayor riesgo de exclusión social. La verdad es que en el futuro nos gustaría poder ofrecer soluciones para el Maestrazgo. Es lo más bonito de nuestro trabajo y tenemos que buscar soluciones innovadoras, creativas y viables», subraya Soria.
Próxima parada: Campo de Belchite
Los investigadores españoles continuarán con su investigación en Aragón, concretamente en la comarca Campo de Belchite. El estudio y el muestreo se repetirá con el objetivo de comparar este área con el Maestrazgo. «Son dos regiones que comparten el mismo mal, que es la despoblación, pero tienen una diferencia: su situación geográfica. Es interesante observar y analizar cómo afecta la cercanía de una ciudad con Zaragoza, que facilita mucho las cosas a la hora de realizar las compras», comenta Julio Soria.