En 2015 hizo entrega del fósil a la Fundación Dinópolis y hoy los restos forman parte de un estudio científico
En el año 2015 Pedro Romero, utrillense de 9 años, mientras realizaba una de sus salidas al monte de las Parras de Martín acompañado por su familia, encontró unos restos fósiles que llamaron su atención. En ese momento no era capaz de imaginar que aquello que sostenía sobre sus manos eran piezas que correspondías a un fragmento de tibia y a las vertebras dorsal y caudal de un ejemplar de iguanodóntido que, al parece, campaba a su anchas por la pedanía hace más de 110 millones de años, tal y como declaró Rafael Royo, paleontólogo de la Fundación Dinópolis.
El joven Romero, al igual que muchos habitantes de toda la provincia, decidió hacer entrega inmediata a Dinópolis de los restos que pasaron a formar parte de un trabajo científico que la entidad presentó al 63 Congreso Científico organizado por la Sociedad Geológica de España y que en breves se publicará en un estudio científico organizado por esta misma sociedad. «Los turolenses cada vez son más conscientes de la riqueza paleontológica que tenemos», declaró Royo, paleontólogo que trabajó junto con el resto de científicos de la Fundación.
Con el estudio próximo a publicarse, la Fundación Dinópolis decidió agradecer la aportación del joven explorador trasladándose el pasado lunes hasta su clase de 4º de Primaria del Colegio Público Villa de Utrillas con el fin de dar a conocer los restos encontrados. «Me hizo mucha ilusión, mis compañeros no tenían ni idea», explicaba Pedro emocionado por poder compartir su pasión con todos sus amigos porque él lo tiene muy claro, » de mayor quiero ser paleontólogo».
Durante en taller, Rafael Royo también enseñó a los alumnos los restos de otros fósiles encontrados en localidades cercanas y es que la zona de la Cuenca Minera es cuna de gran riqueza paleontológica y la población es consciente de ello. Además del hallazgo de Las Parras de Martín cobra especial relevancia el fósil de vértebra caudal encontrado por otro vecino en la localidad de Castel de Cabra que ahora duerme en el Museo Aragonés de Paleontología o el fragmento de húmero de dinosaurio de Utrillas.