La localidad iniciará este año las obras de la depuradora, con un ahorro del 30% en la explotación
La mayoría de localidades bajoaragonesas afectadas por la paralización de las depuradoras de las fases 10-B y 10-C se encuentran en fase de redacción de los proyectos, en los que, siempre teniendo en cuenta los consejos de los técnicos de Sarga, han podido «escoger» el modelo. En la mayoría de casos apuestan por las mixtas.
La localidad más adelantada es Castelserás, que ha sido escogido por el IAA para un plan experimental y ya tiene redactado el proyecto para iniciar este año la construcción de una depuradora conocida como «de filtro verde». No obstante, este proceso también va con retraso porque las obras se llevarán a cabo durante 2017 con un año de retraso. Consiste en un filtro de varias capas de grava y arena sobre el que se plantan juncos u otra especie similar. Aunque el coste de construcción se asemeja al de las convencionales, el ahorro lo ofrece en los costes de explotación. La razón es que el filtro no necesita energía eléctrica para funcionar y no se hace ningún tratamiento ni evacuación de los fangos. Calculan que el ahorro anual en costes de explotación puede ser un 30%. No obstante, avisan de que el filtro debe recibir una operación de limpieza superior a los 7 ó 10 años de vida para asegurar su buen funcionamiento y proceder a la evacuación de los fangos depositados en esos años en la zona superior del mismo. El inconveniente, además de que necesita más suelo, es la nula posibilidad de intervenir en el proceso una vez esté terminado frente a situaciones como aumento de carga orgánica. Por ello es fundamental dimensionar de forma adecuada los filtros y estudiar los vertidos.
- Más información en la edición impresa