Uno de los cuatro inversores de la residencia que la fundación Rey Ardid va a construir en Alcañiz se está planteando no financiar el proyecto, que ya acumula retrasos respecto a los plazos que se anunciaron en un principio. Desde la fundación aseguran que «aún no hay nada decidido» pero lo cierto es que el Ayuntamiento, que hasta ahora solo colaboraba, ya está realizando gestiones en paralelo para reunir los nueve millones que cuesta el proyecto.
Su propuesta es crear una sociedad mercantil en la que forme parte el Consistorio a través de la sociedad municipal Fomenta, la fundación Rey Ardid e inversiones locales para reunir dos millones de euros. Los siete restantes se lograrían a través de un préstamo que solicitaría la sociedad mercantil. En un principio Fomenta formaría parte del accionariado al principio aunque se podría retirar más adelante.
«Aún nos tienen que confirmar formalmente que el grupo inversor no quiere seguir adelante pero nos queremos adelantar a cualquier situación para que el proyecto vea la luz», explica el alcalde de Alcañiz, Ignacio Urquizu, quien el lunes explicó la situación a todos los grupos de Junta de Portavoces, en la que pidió colaboración para un «proyecto de todos».
Retrasos en el proyecto
Rey Ardid tampoco ha presentado la documentación necesaria para lograr las licencias de obras y actividad, paso previo para ejecutar los trabajos. Anunció en la presentación oficial del proyecto que la obra comenzaría en el primer trimestre de este año e iba a ponerse en funcionamiento a lo largo de 2022 con 130 plazas, algunas de ellas concertadas por DGA pero finalmente no ha sido así por el covid y por un cambio en el proyecto. Se levantará finalmente encima del antiguo convento de las Dominicas y no en una zona sin edificar cercana al río como se anunció en un principio debido a que se ubicaría en una zona considerada por la CHE como inundable a 500 años. Según la normativa de la Confederación Hidrográfica del Ebro no se puede ubicar en este emplazamiento una residencia de ancianos por lo que la alternativa está ahora ante la comisión provincial de Urbanismo para su visto bueno.