¿A que está dedicando el tiempo?
A descansar, principalmente a leer e incluso con un par de ideas para escribir libros. En cuatro años habré tenido un mes de vacaciones y estoy aprovechando para eso, y para retomar un poco mi vida anterior a la alcaldía viendo cómo va la política nacional y autonómica. He estado muy centrado en Alcañiz aunque oía cosas como que estaba en Madrid.
¿Qué planes tiene?
La política autonómica como diputado pero he abierto un tiempo de reflexión y ver qué pasa el 23 de julio, una fecha de referencia para todos. También dependerá de dónde me quiera mi partido. Mi voluntad es quedarme estos cuatro años aquí y no descarto volver a presentarme en 2027. No tenemos la alcaldía, pero sí el segundo mejor resultado del PSOE en Alcañiz. Me presenté siendo consciente de que el alcalde socialista que más tiempo había estado en la historia fue Marisol Navarro dos años. Hemos estado cuatro y se han hecho cosas que con el tiempo se verán. La política municipal me ha enseñado que no se cambia el mundo en un día.
¿La inquietud política le viene de casa?
No, para nada. Si puede haber una referencia sería mi bisabuelo Cesáreo Gracia. Era de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) y en el franquismo fue años edil en Crivillén. Aprendió a leer y escribir por su cuenta. Llegué a compartir muchas tardes con él y siempre leía el periódico.
¿Tiene raíces en Crivillén?
Por mi madre. Y mi abuelo era primo de Pablo Serrano. La última vez que fue al pueblo fue a un homenaje y pasamos el día.
¿Y qué recuerda de Pablo Serrano?
Era grandote con barba y comimos todos juntos en la plaza del trinquete. Nos iba explicando cosas que hacía en Crivillén de niño, la forja… Era pequeño pero recuerdo todo aquello.
Menuda historia poder decir que conoció a Pablo Serrano.
Desde luego. Me marcó y pronto lo identifico. Con los años he compartido mesa con Antonio López, por ejemplo, que me encanta su hiperrealismo.
¿Le gusta el arte?
Me apasiona. La cultura en todas sus manifestaciones me encanta. Antes de político fui becario en la Fundación Juan March, que tiene una de las mejores colecciones del país. Fue un privilegio disfrutar de ello. He viajado mucho y vivido en varios países y he visto todos los museos de Nueva York, Londres o Florencia.
El arte le mueve por lo que veo.
Y la arquitectura. Uno de los mejores de la historia para mí es Frank Lloyd Wright y he viajado varias veces a Chicago porque vivió allí, transformó uno de los barrios y está su estudio. Incluso he ido a ver casas suyas por el mundo.
Conocida es su afición al deporte.
Siempre me ha gustado pero soy muy malo. Estuve en el juvenil del Alcañiz pero ya no llegué a más. Lo que puedo hacer es bici y correr (ríe).
¿Y se fija retos personales?
Las 10K. Desde hace 20 años salgo a correr por las mañanas. Hay varias a las que me apunto y así tengo objetivo. Y una cosa que tenía clavada, y que por fin he podido hacer, es sacar los títulos de entrenador de fútbol y el año que viene, si no pasa nada, seré segundo del femenino.
¡Anda! Ese es un bonito reto.
Sí, me apetece mucho. Esta última temporada ya he colaborado con el Cadete B.
La afición deportiva viene de lejos.
Sí. Y algo que no sabe la gente es que tengo una cardiopatía que hace unos meses me llevó una noche al hospital. Está controlada y tratada y hacer deporte me ayuda. Es más, me gusta ir al crossfit.
¿También es ‘crossfitero’?
(Ríe) Sí, pero por el ambiente, la gente es muy maja. Y hacer deporte solo también cansa.
Sobre todo, la bici estática.
Veo series o películas mientras. En pandemia perdí 20 kilos así.
¿Y qué ve?
Soy muy cinéfilo pero Woody Allen es mi debilidad. En series, ‘The Wire’ me parece la mejor de la historia, y las políticas he visto la mayoría. Me encantan Ben Affleck, Matt Damon…
Woody Allen filma todos sus gustos: la arquitectura, el arte...
Sí, y eso lo intenté un poco aquí y creo que lo hemos conseguido con ‘Tierra Baja’. Me gustaría que se convirtiera en uno de los iconos de Alcañiz como lo es ‘La vida es bella’ a Arezzo en Italia, que todo es reconocible.
¿Con qué se queda de estos años?
La imagen que siempre me acompañará es esperar al Jefe del Estado en la plaza. También me quedo con la gratitud de mucha gente. Haber devuelto a muchas el orgullo de ser quienes son por orientación sexual o ideología es muy bonito.