El olor a incienso por las calles de Caspe delató en este Viernes Santo la cita que la Ciudad del Compromiso tenía, pues en la procesión del Santo Entierro, se sacó la Vera Cruz en el desfile que recorrió el casco antiguo de la localidad. Esta cita de la Semana Santa es el único momento del año en el que dicha reliquia de Caspe sale de la Colegiata. Se trata de una procesión en la que participan todas las cofradías de la localidad, por lo que esa suma de cofrades hace todavía más especial la cita. Y los vecinos de Caspe no faltaron a ella, pues las calles se percibieron especialmente más abarrotadas que en los anteriores días de la Semana Santa.
La Burreta, La Oración en el Huerto, La Flagelación, El Santo Entierro, La Virgen de los Dolores, El Santísimo Sacramento de la Vera Cruz, El Nazareno, El Cristo de la Buena Muerte y La Piedaddesfilaron por las calles de Caspe. Las nueve cofradías sintieron este momento como una procesión especial, por la importancia de la cita. Todas ellas habían sacado sus imágenes en los días anteriores, excepto la cofradía del Santísimo Sacramento de la Vera Cruz. Así, trompetas, tambores y bombos sonaron con fuerza para recordar el dolor de Cristo este Viernes Santo.
Las autoridades y los representantes municipales y comarcales tampoco faltaron a este momento único en todo el año. Desde la Colegiata arrancaron todos los pasos y ahí mismo finalizaron tras más de dos horas de recorrido. Tras ello, tuvo lugar el Cierre del Sepulcro, de la mano de la cofradía del Santísimo Sacramento de la Vera Cruz.

La reliquia de la Vera Cruz
La Vera Cruz es un fragmento de la cruz en la que murió Jesucristo y, desde 1396, los caspolinos la custodian y veneran cada año. De hecho, tan relevante es esta reliquia en Caspe que fue utilizada en el juramento de los compromisarios en 1412.