La magia del Bajo Aragón no solamente va a estar en Motorland y en la ciudad de Alcañiz. Los pueblos y comarcas que rodean la Ciudad del Motor se preparan para la llegada de miles de turistas, ya que muchos de ellos dormirán en sus alojamientos, y ofrecerán lo mejor de sí mismos para que los descubran, se queden, y repitan. El amplio abanico de opciones es casi interminable: cultura, historia y patrimonio, naturaleza, gastronomía, relax, diversión… y mucho más se encuentra en muchos rincones del Bajo Aragón Histórico.
La cultura del Bajo Aragón Histórico es sinónimo a la Semana Santa y a la ruta del Tambor y el Bombo. En la actualidad existe el Museo y Sede de la Ruta en Híjar, abierto sábados y domingos. El museo de la asociación ofrece a sus visitantes la oportunidad de contemplar, escuchar, tocar y sentir la tradición de sus nueve localidades en un mismo lugar, a lo largo de todo el año.
En cuanto a la historia más antigua y sorprendente, qué mejor que acercarse a Dinópolis Teruel, el parque temático de dinosaurios formado por un gran centro expositivo en Teruel y siete espacios más en otras localidades de la provincia, que encanta a pequeños y mayores.
Y hablando de museos y de historia, es de destacar el curioso Museo de las Momias de Quinto de Ebro. El primer centro expositivo que habla de esta temática en nuestro país. El Piquete abre las puertas para trasladarte a una época pasada, «donde se une el impacto de la Guerra Civil con la sensación de mirar de frente a la vida y a la muerte al mismo tiempo».
Igual de sorprendente es el Monumento Natural de las Grutas de Cristal en Molinos, que ofrece una visita para sentir, pensar y reflexionar en el mundo subterráneo.
La Comarca de Campo de Belchite, vecina del Bajo Aragón, también ofrece muchas posibilidades y visitas apasionantes. En la capital, cada vez se acogen a más personas interesadas por la historia y el pasado de su pueblo viejo, que se puede ver tanto en visitas guiadas diurnas como nocturnas.
Además, los visitantes no pueden abandonar el territorio sin probar la gastronomía de la zona: el melocotón de Calanda, el jamón de Teruel, el embutido del Matarraña, el tomate de Caspe… hay fantásticos restaurantes repartidos por todo el mapa.
Novedades
En cuanto al disfrute del entorno y relax, hay lugares idílicos como el Balneario de Ariño o el Monasterio de Rueda, que tienen el agua como principal protagonista. El primero, a pocos kilómetros de Alcañiz, ofrece paquetes de tratamientos, visita a su centro termal y alojamiento. Una experiencia de salud completa para comprobar los beneficios de las aguas termales.
El segundo, a pocos kilómetros de la localidad de Escatrón, en la Comarca de la Ribera Baja del Ebro, acaba de reabrir su Hospedería y restaurante, con productos típicos de la zona, con una gran acogida. Además, se puede visitar el Monasterio con un guía especializado y conocer cómo era la época en la que vivían los monjes cistercienses.