Varios vecinos demandaron al Ayuntamiento por aprobar su retirada inmediata durante una sesión plenaria
Las placas conmemorativas con los nombres de decenas de vecinos caspolinos caídos durante la Guerra Civil, ubicadas en la fachada de la Colegiata de Caspe, se conservarán en su lugar. Esa ha sido la decisión del juez, que tuvo que tomar partido después de que varios vecinos demandaran al Ayuntamiento caspolino por aprobar su retirada inmediata durante una sesión plenaria.
Ante esta noticia, el gobierno municipal aseguró el pasado miércoles, durante una sesión plenaria, que recurrirá la sentencia. Así lo anunció la portavoz socialista y teniente de Alcalde, Pilar Mustieles, quien aseguró que ya existe un lugar representativo de los caídos de ambos bandos en el cementerio de la ciudad. «Este tema se hablaba ya desde hace 15 años y creemos que era necesario llevarlo a cabo, igual que lo hemos hecho con el resto de los símbolos de aquella época», señaló Mustieles.
Además, el portavoz de Chunta Aragonesista en el consistorio caspolino, Rafael Guardia, y la representante de Aragón Sí Puede, Ana María LasHeras, quienes apoyan la decisión, aseguran que las placas hieren la sensibilidad de algunos vecinos. «No estamos de acuerdo con la sentencia y no entendemos que, con la Ley de Memoria Histórica existente, se haya tomado esta decisión», afirmó Guardia.
Sin embargo, el Partido Popular celebraba la noticia, y aseguraba que las placas no molestaban a ningún vecino por no contener exaltaciones franquistas. «Los símbolos que hacían apologia al franquismo ya se quitaron en su momento, ahora solo quedan nombres de personas a las que hay que respetar», aseguró la portavoz popular, Ana Cabrero. «Nos parece absurdo y un despropósito que el Ayuntamiento vaya a apelar sin tener una garantía y puede tener una repercusión económica importante».
Decenas de familias
La Justicia ha dado la razón a esas decenas de familias caspolinas de los fallecidos que aparecen en estas placas de la fachada de la Colegiata. «Unos nombres por sí solos, sin estar acompañados de una isncripción ni ngún escudo, no suponen una exaltación al franquismo», explicó Raúl Sagarra, el abogado que ha defendido a los demandantes. «Los símbolos que iban acompañados a las placas, referentes a Primo de Rivera, ya fueron quitadas en su momento», afirmó.
Además, de ser el letrado, Sagarra es nieto de una de las personas que aparecen en las inscripciones, por lo que el conflicto es doblemente importante para él. «En la actualidad esos símbolos no hacen apología al fascismo, únicamente son recuerdos de familiares que murieron en esa época», aseveró Raúl Sagarra. «La juez ha apoyado en su sentencia nuestra defensa, en la que decíamos que estas incripciones no vulneran la Ley de Memoría Histórica, puesto que no hacen apología al franquismo». Ahora, ambas partes tendrán que esperar a ver cuál es la resolución final del Tribunal Superior de Justicia.