110 ciclistas de distintas categorías participan en La Fresneda en la carrera más veterana del Matarraña. La prueba contó con participantes de todo el Bajo Aragón Histórico
Masiva participación y asistencia a la XXIV edición del Descenso a Saco de La Fresneda. 110 ciclistas han participado en esta nueva edición de la carrera más veterana del Matarraña y más peculiar por los paisajes y parajes que atraviesa. Como es habitual los participantes han partido del denominado Pla de Sensal, en un instante que revierte una gran espectacularidad.
El ganador en la categoría absoluta ha sido Jorge Lamiel, de Puigmoreno, quien ha completado el recorrido en 20 minutos y 20,9 segundos. «Estoy muy contento, ha sido una prueba corta, pero intensa y dura y que transcurre por unos paisajes muy bonitos», explicó Lamiel. Muy cerca, en segunda posición quedó el ciclista Jonás Sancho, también de Puigmoreno y que fue el ganador en la pasada edición. Se da la circunstancia de que ganador y subcampeón son primos hermanos. En tercera posición llegó a meta Alex Caballero, quien logró la primera posición en categoría de veteranos.
En categoría infatil, Aleix Arrufat se alzó con la victoria; en juvenil el ganador fue Nicolás Ponz; en femenino la victoria fue para Isabel Soler y en cuanto a corredores locales el primero en llegar fue el joven Rafael Leeuwengerg.
Muchos de los participantes se inscribieron durante los últimos días de inscripción. Desde la organización califican como un éxito la participación. Buena parte de los ciclistas han sido de origen local, comarcal o supracomarcal aunque también ha habido participantes de otras comunidades autónomas. «Hemos llegado a un número de inscritos similar a otras ediciones. Han llegado ciclistas especialmente del territorio por lo que estamos muy contentos», explicó Rubén Esteve, Presidente de la asociación organizadora del Descenso a Saco.
Actualmente y por segundo año consecutivo la llegada se produce en la plaza Mayor. «Vemos cómo hemos recuperado el nivel de inscripciones previo al parón de hace 2 ediciones y ya estamos pensando en celebrar el año que viene las bodas de plata de esta veterana carrera», explicó Frederic Fontanet, alcalde de La Fresneda. Tras la llegada de los participantes tuvo lugar la entrega de premios. Los ganadores fueron obsequiados con un jamón y se entregaron varios detalles a los segundos y terceros clasificados entre los que destacó una pequeña escultura. Asimismo se habilitó un avituallamiento y se obsequió con una camiseta del Descenso a Saco a todos los participantes.
Muchos de los participantes se inscribieron durante los últimos días de inscripción. Desde la organización califican como un éxito la participación. Buena parte de los ciclistas han sido de origen local, comarcal o supracomarcal aunque también ha habido participantes de otras comunidades autónomas.
La carrera transcurrió por caminos utilizados por los propietarios de las fincas anexas para el cultivo de olivos, almendros y viña y también se atraviesa la explanada de las ruinas del Monasterio de Nuestra Señora de Gracia, ya en el término municipal de La Fresneda a mitad de la carrera. Según la organización el desnivel negativo acumulado llega a los -440 metros, mientras que el positivo provocado por los kilómetros finales es de 265 metros.
Los ciclistas adquieren una gran velocidad. Al tratarse de una distancia no demasiado larga, se premia sobre todo la explosividad y velocidad de los deportistas. Cabe destacar que en algunas zonas el recorrido cuenta con piedras sueltas y hay varias curvas peligrosas en las que es mejor tocar el freno si nunca se ha participado en el Descenso a Saco para evitar caídas, por lo que la técnica es otra de las cualidades que deben tener los participantes en esta carrera.