Algo más de 53 kilómetros es lo que han recorrido este domingo los participantes en prueba más exigente de la cuarta edición de la BTT Villa de Calanda. En total, han pedaleado en esta ocasión 110 ciclistas en las tres modalidades: la ruta larga; la corta, con 28 kilómetros; y la prueba de enduro con 25 kilómetros por sendas. El número de ciclistas es similar al de otras ediciones, y se ha contado principalmente con deportistas locales y de municipios cercanos.
La jornada, organizada por el Club Ciclista de Calanda arrancó sobre las ocho de la mañana con la recogida de dorsales. Una hora más tarde, a las nueve, ha dado comienzo esta prueba, que ha llevado a los inscritos por los parajes más bonitos de Calanda, incluyendo los alrededores del convento. «La ruta ha discurrido por un paisaje de pinares, caminos anchos y estrechos dependiendo del tramo y un par de sendas bastante bonitas», explicó Javier Espada, miembro de la Junta del Club Ciclista de Calanda.
Y tras el esfuerzo llegó también la recompensa con una comida de hermandad a base de paella en un día marcado por el un tiempo agradable y la afición por el ciclismo.