La creación de nuevos regadíos en la zona caspolina conocida como Val de la Liana va a ser una realidad. Eso es lo que acaba de anunciar el Gobierno de Aragón después de aprobar de manera definitiva un plan de subvenciones por valor de 55 millones de euros para 6 proyectos en varias zonas de la comunidad.
Entre ellos está el que presentó hace tres años la Comunidad de Regantes de Civán referente a esta zona de Caspe. Serán 1.640 hectáreas las que experimentarán el cambio para que sean más eficientes y productivas. Esto beneficiará a unos 130 agricultores de las localidades de Chiprana y Caspe.
Un proyecto que se empezó a gestar hace 19 años y que podría empezar a ver la luz durante el próximo año 2021, según cuenta el concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Caspe, Rafael Guardia: «Se trata de un plan que hemos heredado de nuestros padres y abuelos, y que puede convertirse en realidad muy pronto, lo que es muy buena noticia».
Guardia estaba en el momento de la presentación en la Comunidad de Regantes, y asegura que este proyecto podría beneficiar «no solo a los regantes implicados, propietarios de dichas hectáreas, sino a toda la sociedad caspolina en general».
El proyecto contempla todos los trabajos necesarios para crear nuevos regadíos en una amplia zona yerma, lo que multiplicaría enormemente la cosecha y producción, además del ahorro de agua (lo que a su vez ayudaría a aumentar el empleo en el sector y aportaría un mayor económico en el territorio).
Para ello, se construirán las infraestructuras generales, y se amueblarán las parcelas particulares. Unas obras muy complejas que requerirán un extenso periodo de tiempo. Todo esto permitirá unas explotaciones más viables, con una consolidación del trabajo de los agricultores y una evidente creación de empleo.
Empujón al sector primario
Según el concejal de Agricultura de Caspe, «va a ser un empujón muy importante al sector primario, que es la base económica de nuestra zona, y no solo a la agricultura (las cooperativas de frutal y cereal se verán beneficiadas), sino también a la ganadería (las granjas agropecuarias tanto de bovino como porcino podrán sacar más rentabilidad)». Y hasta el sector servicios: «A más dinero en nuestros bolsillos, más consumo en nuestra zona», asegura.
El proyecto íntegro requiere un coste de 22.874.571 euros, y la mitad será subvencionado por el Gobierno de Aragón. Es decir, los regantes tendrán que pagar 11.437.285 euros de sus bolsillos. En primer lugar, serán los agricultores los que aporten la totalidad de la inversión del proyecto para dicha transformación, y después la DGA irá devolviendo el 50% (esos 11 millones) a lo largo de 25 años.
«Ya es definitiva la aprobación del proyecto por parte de DGA, así que queremos que empiecen los trabajos de manera inmediata, ahora nos pondremos a buscar la financiación», explica Antonio Vicente, presidente de la Comunidad de Regantes de Civán. «Es un proyecto muy ilusionante en el que hemos estado todos trabajando para conseguirlo: desde el Ayuntamiento, la comunidad de Civán, y por supuesto los regantes expectantes, quienes han tenido mucha paciencia».