Un año más Caspe muestra todo su potencial y se reafirma como punto de atracción en su recreación de la XXVI Conmemoración del Compromiso, logrando doblar su población. Desde el Ayuntamiento estiman que unas 20.000 personas-entre locales y visitantes provenientes de Zaragoza, Barcelona y Valencia-han podido disfrutar de los más de 70 actos a lo largo de este fin de semana. Muestra de ello es el incremento de las cifras en los registros de la Oficina de Turismo de Caspe, que ha pasado de 1.500 a más de 2.000 visitantes esta edición. Además, también aumentó el número de participantes, más de 300, en las visitas guiadas por el casco histórico y el Castillo. El sector hotelero ha colgado el cartel de completo en la capital comarcal mientras que la hostelería ha trabajado a alto rendimiento.
A pesar de las altas temperaturas, se notaban en Caspe las ganas de salir, participar en la fiesta, en las actividades, acudir a las obras teatrales e, incluso, de ponerse la vestimenta medieval. Los casi 40º grados que han marcado los termómetros estos días han hecho que estos turistas se decantaran por las últimas horas de la tarde y la noche para disfrutar del mejor ambiente. Además, las tascas, bodegas y tabernas han sido la solución para hacer frente al calor.
El acto central, la obra ‘La elección de un rey: Lo que jamás nos contaron sobre el Compromiso’, fue el momento cumbre de la celebración. Alrededor de 100 actores voluntarios interpretaron a los principales personajes relevantes que intervinieron de una manera u otra en el Compromiso de Caspe en 1412. De todas las escenas, los monólogos femeninos cobraron especial importancia y recibieron fuertes aplausos del público. En esta obra no solo se contó cómo 9 Compromisarios eligieron al nuevo rey de la Corona de Aragón, Fernando de Antequera, sino que se mostró toda la historia que giró entorno a ello. Por ejemplo, fue fundamental conocer el punto de vista de María de Luna, mujer de Martín I, cuando este falleció sin descendencia. Lo mismo ocurrió con el papel de Violante de Bar o Leonor de Alburquerque, otras dos mujeres claves en toda la trama histórica pero muchas veces relegadas a un segundo plano.
Asimismo, este año la obra central incluyó una nueva escena en la que se contó cómo uno de los Compromisarios, Giner Rabasa, tuvo que ser sustituido, después de que se demostrara su incapacidad por enfermedad mental. Finalmente, se contó a qué candidato al trono eligió cada Compromisario, siendo la decisión final entre Jaime I de Urgell y Fernando de Trastámara. Una vez conocida la elección del candidato castellano, las comitivas de la Corona de Aragón volvieron a desfilar, acompañados de los grupos instrumentales medievales y seguidos del nuevo rey para saludar al pueblo. Todo ello se contó frente a una plaza abarrotada de gente y también a través de una pantalla situada en la cercana plaza de España de Caspe, donde otros cientos de vecinos pudieron ver la obra en directo. A todo ello se sumó una vestimenta con gran rigor histórico a cargo de Histórica Vestimentum.
Para cuando llegó el momento de la recreación histórica, los vecinos y visitantes ya llevaban aprendido gran parte del contexto que se había explicado previamente durante las cinco farsas. Asimismo, este domingo se volvieron a repetir las obras teatrales callejeras. En ellas se contó cómo era la sociedad del siglo XV con unos guiones cargados de humor. No obstante, también hubo alguna reflexión o, incluso, una crítica social, como fue el caso de la farsa ‘Justicia y razón’ que se interpretó en La Muela. Allí, se contó cómo vivieron los caspolinos del siglo XV la expulsión de los judíos o, en su defecto, la conversión de los mismos. Más de 500 familias llevaban cientos de años residiendo en la zona y se les obligó a tomar una de esas dos opciones. Por lo que se lanzó una reflexión acerca de las miles de personas que en la actualidad todavía se ven obligadas a abandonar sus hogares.
Por otro lado, en San Roque, la farsa ‘Casi que no’ contó con humor cómo se habría tomado la mujer de Fernando de Antequera que este falleciera cuatro años después de ser elegido rey y teniendo en cuenta la gran cantidad de dinero que ella había invertido en hacerle el monarca. Esta era la farsa nueva de este año, por lo que atrajo a un gran número de vecinos curiosos. En la plaza Heredia, ‘Cuatro gatas’ comentaban cómo estaba la localidad al haberse multiplicado la población por la celebración del Compromiso. De lo que en su día podría haber sido una conversación entre vecinas, los actores hicieron una divertida farsa que culminó con una jovial canción entonada por la actriz Marina Benedí. Y en la plaza Soberanía Nacional, los vecinos del barrio contaron lo que podría haber sido un juicio a un médico de Caspe por la Santa Inquisición con la farsa ‘Ha sido el acusado’.
Asimismo, los Almogávares de la localidad también sacaron sus mejores guiones para interpretar en el barrio del Pueyo la farsa ‘Aprendices en artes medievales’. Con un gran humor estos vecinos se imaginaron cómo habría sido una clase de adolescentes en el medievo en la que se trata de enseñarles algún conjuro u otras artes de la época. La bodega que este mismo grupo ubica cada año en la calle del Pueyo estuvo recibiendo visitantes durante todo el día. El ambiente festivo y medieval no se hizo de rogar en esa parte del casco antiguo. De hecho, tal era el papel en el que estos vecinos se habían metido que muchas de las bebidas se servían en cuernos y nadie de los que regentaban el local se quitó su atuendo medieval.
Pero el medievo también se impuso en muchas otras actividades. Fue el caso, por ejemplo, del campamento recreacionista. Allí se impartieron diversos talleres para enseñar a mayores y pequeños cómo era la vida en el siglo XV a través de las armas, armaduras, vestimenta, o los utensilios que llevaban. Cuestiones similares se enseñaron a los más pequeños en el espacio de la Alameda de los Aprendices.
Y así, la noche del sábado llegó y las tascas se volvieron el sitio de reunión para multitud de personas. Vecinos de toda la comarca del Bajo Aragón-Caspe, así como de otras localidades se unieron al ambiente medieval que se generó en las tabernas. La Casa Bosque, la tasca del barrio del Plano, la bodega del barrio del Pueyo o la tasca de la Cueva de los Chamanes se llenaron hasta los topes de gente dispuesta a disfrutar del gran ambiente. Además, en el parque José Antonio Labordeta se ofrecieron dos conciertos de música folk. El viernes fue el turno de Lurte y el sábado pusieron las notas musicales los integrantes del grupo The Taverners.