Cerca de«1.000 kilos de pez». Este ha sido el balance de las ’24 horas de pesca’ que se ha desarrollado este fin de semana en La Estanca de Alcañiz. El ya veterano certamen que ha clausurado este domingo su 37 edición, ha contado un año más con una «muy buena participación», reuniendo a los amantes de la pesca del territorio bajoaragonés. Eso si, el concurso ha estado sujeto a las estrictas medidas de seguridad, que sin embrago, no han impedido que las 24 parejas (48 pescadores) vivan un fin de semana intenso, donde se ha acumulado el disfrute por la pesca, pero también el calor y el cansancio de la noche en vela.
Entre los equipos del podio se han superado los 100 Kg, generalmente de pesca pequeña, el gardón, ya que este año la carpa se ha resistido a picar el anzuelo. Carlos Moreno y Pedro Membrado han sido los campeones del concurso con una marca de 38Kg. «Este año hemos decidido apostar por otra táctica, por un pez más pequeño y nos ha salido bien. Nos ha tocado un puesto muy bueno y hemos tenido buen ritmo», ha recalcado Carlos. La segunda clasificación ha sido la de los 35Kg de Roberto Barrios y Juan José Cruz. «La principal dificultad ha sido el calor», ha señalado Roberto. El tercer puesto en el campeonato ha sido para Victor Lucea e Ignacio Llombart con 32,5Kg.
A pesar de las condiciones excepcionales en las que se ha desarrollado el campeonato, esta edición ha conseguido su objetivo, el de promocionar La Estanca de Alcañiz como uno de los sitios de referencia de la pesca deportiva. «Este año se ha pescado una cantidad muy notable», ha destacado Alberto Quílez, presidente de la Sociedad Deportiva de Pesca de Alcañiz, entidad organizadora del evento. «Estamos luchando como siempre para que un estanque como éste siga teniendo un puesto privilegiado en la zona y estamos muy contentos por cómo se ha desarrollado el campeonato», ha puntualizado.
Las medidas frente al covid 19, atendiendo a las instrucciones de DGA y la Federación Aragonesa de Pesca, han estado presentes en todo momento: distancia de seguridad, uso de mascarilla y prohibición de aglomeraciones. «Normalmente este es un evento social en el que vienen muchos familiares a acompañar a los participantes, y este año se ha evitado«, ha explicado Quílez. Asimismo, cada uno de los puestos ha estado delimitado. Tampoco se realizó la habitual comida de hermandad. Aún así, las restricciones no han supuesto un gran condicionante en el desarrollo de la competición. «Es un deporte individual, normalmente siempre estamos separados mínimo unos 10 metros, la gestión no ha sido complicada», ha indicado uno de los participantes. Durante el desarrollo del campeonato se ha podido ver disfrutar de otras actividades por la zona, como la equitación o las actividades náuticas.
A pesar de que en años anteriores este evento cuenta con muchos patrocinadores, este año el campeonato se ha llevado a cabo «de manera económica», ante la incertidumbre de saber si finalmente se podía celebrar. Las inscripciones han derivado en los premios en metálico o en vales canjeables, que se han repartido entre las 8 primeras parejas clasificadas. Esta edición tampoco ha contado con autoridades invitadas. «Ha sido totalmente diferente respecto a años anteriores, pero no por ello dejamos de estar muy satisfechos». Con estos 37 años de competición ya completados, la vista está puesta en seguir promocionando la pesca deportiva.