Los tres precalentadores de la Central Térmica de Andorra ya son historia. 75 kilos de dinamita y 120 detonadores electrónicos han servido para volar las estructuras metálicas que los sujetaban en el segundo intento. Hace un mes se produjo una voladura fallida, pero este lunes ya salió todo a la perfección.
Para que cayeran las 2.000 toneladas de peso de cada uno de los tres precalentadores también se emplearon 60 cargas de corte lineal y 50 metros de cordón detonante. Todo el hierro de las estructuras y conductos se va convertir en chatarra con cizallas pesadas. Concretamente, una de 20 toneladas, una de 10 toneladas y otras maquinarias para que el trabajo no se ejecute de forma manual por seguridad y salubridad de los trabajadores.