Disfrutar de una cena con unas vistas privilegiadas al valle del Tastavins, retirarse en una de sus majestuosas habitaciones o simplemente sumergirse en el spa. El nuevo hotel-restaurante de cinco estrellas La Torre del Marqués es ya una realidad. El establecimiento abrió sus puertas a principios de agosto con el objetivo de convertirse en un referente turístico, no solo del Matarraña, si no de todo Aragón. Durante la jornada de presentación oficial del complejo hotelero a los medios que tuvo lugar el miércoles por la tarde, se puso de manifiesto la vocación de «embajador» del territorio que desde el establecimiento pretenden llevar a cabo. Destacaron la creación de hasta 30 puestos de trabajo, buena parte de ellos son personas del Matarraña o de comarcas vecinas. «Desde el primer momento pensamos que era importantísimo contar con personal del territorio, que es quien mejor conoce el producto y el patrimonio del Matarraña», explicó Óscar García, propietario y gerente del hotel junto a su mujer, Marta Goiri.
La Torre del Marqués se enmarca en un edificio histórico de finales del siglo XVII y cuenta con 18 habitaciones con una capacidad total de 36 huéspedes. El establecimiento se encuentra en el término municipal de Monroyo, muy próximo a las localiades de Ráfales y Fuentespalda. Se trata además del primer hotel de cinco estrellas en activo de toda la provincia de Teruel después de que el de Segura de Baños se encuentre clausurado. El complejo ofrece diferentes ambientes y espacios ajardinados para, tal y como destacaron, disfrutar de la lectura de un libro o símplemente para degustar un vino del territorio o tomar una cerveza. «Ofrecemos diferentes menús y diferentes tipos de servicio. Habrá clientes que nos demandarán una cena más desenfadada después de haber disfrutado de la piscina y otros que preferirán un menú más elegante en uno de los salones», añadió el propietario.
El restaurante es otro de los puntos fuertes del complejo hotelero. Los distintos espacios que ofrece cuentan con grandes ventanales y una gran terraza que ofrecen el inigualable marco de los Puertos de Beceite y el valle del Tastavins. Además de a los huéspedes del hotel, el restaurante está abierto a todo tipo de clientes y su gastronomía aúna la innovación con la esencia y el producto local. De igual modo en la carta de vinos destacan los caldos del territorio.
El establecimiento forma parte de la cadena Small Luxury Hotels of The World en cuyo portal ya se exhibe la marca Matarraña junto a otros destinos nacionales como Marbella, Priorato, Madrid, Palma y Sierra Nevada, entre otros emplazamientos, así como destinos de todo el mundo posicionando, de este modo, en una web internacional el destino matarrañense.
Las instalaciones están enfocadas a un cliente de «alto standing» y a la celebración de todo tipo de eventos, convenciones, reuniones y celebraciones. Desde la dirección del hotel apuntaron a que pretenden tener una proyección nacional e internacional, cuidando a la vez al cliente de proximidad y potenciando, en todo momento, los valores y productos del Matarraña y de las comarcas vecinas. La finca cuenta con más de 150 hectáreas y está rodeada de olivos, almendros, viñas, pinares y encinares. Las instalaciones cuentan con una piscina exterior climatizada rodeada de jardines y con un espacio de bar.
Asimismo, el interior del hotel alberga un centro de spa con una zona de aguas, jacuzzi, baño turco, sauna y zona de tratamiento de masajes. De igual modo el spa está abierto tanto a huéspedes del hotel como a clientes que no se hospeden pero soliciten reserva. Todo ello después de 4 años de obras y una inversión totalde 4 millones de euros. La finca fue adquirida por un grupo empresarial después de que fuese objeto de una primera restauración hace más de una década y que tuvo como objetivo la celebración de eventos relacionados con la hípica. Sin embargo, en aquella ocasión, la iniciativa no logró consolidarse en el tiempo.
Amplia trayectoria empresarial
Detrás de la apuesta por este hotel se encuentran dos personas con amplia experiencia en el desarrollo turístico de lujo. Óscar García es además ingeniero de telecomunicaciones y en 2012 comenzó su andadura en la promoción inmobiliaria y el turismo de alto standing en Madrid, Baqueira Beret e Ibiza, entre otros lugares, llegando a ser entre 2012 y 2018 accionista del Grupo Nuba, en cuyo periodo la compañía alcanzó los 60 millones de euros de facturación. Por su parte, Marta Goiri, es ingeniera industrial y fue durante 12 años directora de operaciones de DHL España. Años después adquirió una de las agencias de viajes a medida Nuba, organizando viajes personalizados por todo el mundo para clientes españoles.