Los ojos cristalinos y la emoción de Agustín Ramírez y Lucía Antón fueron los protagonistas del pregón de fiestas que este jueves por la mañana dio inicio a cinco días de festejos. Ambos llegaron a Samper de Calanda hace cuarenta años y recordaron «cómo los samperinos les acogieron con los brazos abiertos y se sintieron uno más desde el primer día».
Los dos han sido propietarios durante muchos años del Disco Bar Lugus y, tras jubilarse, se les rindió homenaje por toda su trayectoria. Este año, el matrimonio podrá vivir sus primeras fiestas a lo grande, ya que siempre lo habían hecho detrás de la barra viendo disfrutar a sus queridos vecinos.
Al grito de «¡Viva Samper!» hicieron vibrar una plaza rebosada, donde las sonrisas y la ilusión por empezar las fiestas fueron las protagonistas. El alcalde de la localidad, Alfonso Pérez, también quiso recordar a sus vecinos que lo más importante en las fiestas tienen que ser las «ganas de disfrutar» y el «respecto hacia todos».

Tras el pregón, fue el momento de lanzar el tradicional chupinazo a manos del concejal de fiestas. El estallido vino acompañado de agua, harina e incluso huevos. Una guerra en la que pocos pudieron salvarse de la «gran manguera» y de todas las pistolas de agua de los peñistas.
Al ritmo de la charanga los samperinos se dirigieron emocionados hasta el balcón donde se encontraba su patrón, Santo Domingo, para que sus dos pregoneros pudieran ponerle el pañuelito. El agua no cesó ni durante la puesta del pañuelito ni tampoco las lágrimas de Agustín y Lucía que estuvieron acompañados de su nieto y sus hijos.
Con todo ello, se dio inicio a cinco días de fiestas en los que no van a faltar actividades de todos los gustos y colores.
A ver si ponemos las banderas que se han puesto muy pocas.
ya está puesta la que corresponde.
una grande y libre
Se está marchando Samper hacia la derecha ya parece que algo está cambiando para bien.
Y estos hay que meterlos en el parque cultural del río martin?
arriba siempre!!!
Que pongan la que tiene muchos colores que es muy bonita