El alabastro es protagonista en Albalate del Arzobispo, donde la Fundación Antonio Gargallo ha programado este año dos cursos de la Universidad de Verano de Teruel. A las sesiones que se imparten sobre iniciación a la talla, se suma como novedad el curso dedicado la especialización que se celebrará a partir del 18 de julio.
Del curso sobre iniciación se está encargando Pedro Anía, reconocido escultor aragonés y un habitual de Albalate con sus participaciones en diferentes ediciones del Simposio Internacional. Este curso se está impartiendo en tres sesiones intensivas entre el 4 y el 6 de julio y con mucha actividad de taller. El objetivo es conocer los principios básicos de la técnica de talla en escultura y para eso, el Centro Integral para el Desarrollo de Alabastro (CIDA) de Albalate del Arzobispo, es el mejor espacio. Allí, cinco personas están entrando en contacto con este material y con las herramientas.
«Es un curso eminentemente práctico en el taller, los alumnos manipulan el bolo de alabastro con las herramientas y van a poder plantear figuras geométricas básicas comenzando por un cubo, un tetraedro y una esfera. Digamos que el curso va a servir para establecer esas bases fundamentales para acometer cualquier trabajo posterior», explica el director, Santiago Martínez.

Los perfiles en el alumnado son variados, desde personas que han estudiado Bellas Artes hasta aficionadas a la escultura, y todos están poniendo en práctica las nociones adquiridas en tres días en los que también hay sesiones de aula. Santiago Martínez impartió una clase sobre «La talla de alabastro en la Historia del Arte»; el profesor de Escultura de la Universidad de Zaragoza José Prieto Martín, habló de «Conceptos fundamentales del lenguaje escultórico», y este miércoles, la petróloga especialista en restauración de Patrimonio Cristina Marín Cháves, les hablará de «El viaje del alabastro: del monte al monumento».
Para llevar a cabo esta formación, además de la Fundación Antonio Gargallo, ha colaborado el Ayuntamiento de Albalate cediendo las instalaciones de trabajo y el alojamiento en el albergue. «Ambas administraciones han hecho un esfuerzo extra para que se pueda sacar adelante con solo cinco participantes», valora Martínez.
La próxima cita con el alabastro será el 18 de julio en las mismas instalaciones y, esta vez, con tres sesiones dedicadas a la especialización. Será Noemí Palacios, que participó el año pasado en el Simposio Internacional, la encargada de tutorizar el curso que se desarrollará durante tres días y cuya matrícula se ha cerrado con trece participantes.