La noche del Viernes Santo la plaza España de Alcañiz se llenó para despedir al Cristo Yacente, y acompañar a la Virgen de la Soledad en su luto. Durante el multitudinario acto desfilaron los diferentes pasos de la localidad: La Guardia Romana portando al Cristo, las penitentes, las Juntas de la Hermandad del Santo Entierro, del Nazareno y del Silencio. También las esclavas de la Soledad con teja y mantilla en señal de duelo, junto a los pasos del farol y la Soledad, único que tiene el privilegio de salir por la puerta principal de la Iglesia Santa María la Mayor. Para cerrar la procesión, los miembros de la corporación municipal.
El sonido de los tambores cesó para representar el dolor y acompañar a la Virgen de la Soledad en el duelo por la pérdida de su hijo. La procesión comenzó con el sonido de tambores y cornetas de los cofrades de la Hermandad Jesús de Nazareno a las puertas de la Iglesia, donde la virgen, encima de las escaleras, pudo ver los pasos desfilar y al Cristo Yacente; además de a cientos de alcañizanos lamentando la pérdida.
Antes del duelo público, el sepulcro de Cristo estuvo custodiado por los romanos durante una hora y media en un profundo silencio. Además, el acto vino anunciado en el pregón a las 13.00, cuando José Arcusa rogó «acompañar a la virgen ante la pérdida de su hijo». El Santo Entierro tendrá lugar este sábado a las 16.00, cuando se sellará el Sepulcro al ruido de los tambores.