Por segundo año consecutivo, Alberto Quílez vuelve a formar parte de la lista de candidatos que optan a convertirse en el mejor docente universitario 2023. Estos premios, convocados por la plataforma pedagógica Educa y la fundación Abanca, reconocen la labor de profesores de todos los niveles por todo el país.
El alcañizano asegura sentirse orgulloso y sorprendido a partes iguales. «Tú no te puedes presentar, te convocan porque alguno de tus alumnos te ha nominado de manera anónima, llega julio y te llega un correo donde te cuentan que estás nominado e igual llevas nominado meses y no lo sabes», explica Quílez. Además, añade que el orgullo llega al ser los alumnos los que le han nominado, ya que, «son ellos los que mejor te pueden evaluar y los que se benefician del proceso».
Seguir la misma línea metodológica es una de las cuestiones que el docente considera que ha podido servirle como motivo por el cual volver a estar nominado. «Mi docencia se basa en la personalización del aprendizaje y para ello necesito saber quiénes son, cuáles son sus intereses y quizás es esa cercanía la razón por la que reconocen mi trabajo», subraya.
Aun así, el propio Quílez reconoce que llegar a formar parte de los diez mejores (hazaña que ya logró en la edición de 2022) y convertirse en el mejor docente de España es un proceso muy complejo. «Una vez que te nominan los alumnos, lo que cuenta es el currículum puro y duro. En cuestiones de investigación y de docencia sí que sé que voy bien cargado de méritos», relata el docente, pero no son los únicos parámetros que se tiene en cuenta. «Hay dos dimensiones que no dependen tanto de tu trabajo académico, el impacto a través de las redes, que no es algo a lo que le dedique mucho tiempo, y el número de nominaciones», añade.
Profesor de Magisterio en Huesca
Alberto Quílez imparte clases actualmente en el campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza en los grados en Magisterio tanto Infantil como de Primaria. Durante este curso ha impartido la asignatura de Maestro y relación educativa, además es director e imparte docencia en posgrado de Experto Universitario en Altas Capacidades y otras asignaturas incluidas dentro de la mención de Pedagogía Terapéutica.
Además, el docente alcañizano es experto en Neuropsicología, una cuestión clave a la hora de desarrollar su trabajo porque explica que es importante que los futuros profesores tengan conocimientos sobre cómo explicar, pero también sobre como aprende el cerebro. «Ser experto en neuropsicología ha sido lo mejor que he podido hacer porque me abre un abanico de posibilidades para atender a mis alumnos», sentencia.
De la misma forma, el bajoaragonés trabaja muy centrado en una óptica que se centra en las necesidades de alumnos con altas capacidades, durante este curso ha trabajado con la asociación ‘Sin límites’ que atiende a jóvenes y niños con altas capacidades. Estas cuestiones, que, aunque en un principio pueden suponer un esfuerzo extra, acaban siendo muy gratificantes tanto para profesor como para alumno. «Son personas con un alto potencial que en el momento en el que consigues que lo saquen, tengan ganas y los conoces y sabes cuáles son sus necesidades, te encuentras con una docencia completamente diferente», explica.
Como clave para ser un buen profesor, Quílez tiene claro sus consejos: «Primero hay que tener claro que esto es lo que quieren hacer y segundo hay que escuchar, a veces cometemos el error de pensar que los niños no tienen nada importante que decirnos e incluso que son problemas de niños, en parte es verdad, pero se nos olvida que sus problemas son tan importantes como los nuestros, tiene la necesidad de compartirlos, de resolverlos y nosotros tenemos el compromiso de ayudarles».
El próximo 15 de noviembre se publicará la lista con los diez candidatos definitivos que optan al premio y será el 24 de febrero de 2024 cuando se celebre la Gala Anual en la que se darán a conocer las puntuaciones finales y se entregarán los premios en cada una de las categorías.
Enhorabuena Alberto!!!
Mucha suerte.