Ni la lluvia ni ningún otro fenómeno meteorológico pueden detener el sentimiento de la tradición. Es algo que saben bien los alcorisanos, quienes pese al cielo nublado y las predicciones de agua para este viernes acudieron en masa a uno de sus actos más emblemáticos: la subida al Calvario con el traje regional. Todo ello acompañados de la Comparsa local de Gigantes y Cabezudos y Dulzaineros, el gran símbolo de esta localidad bajoaragonesa.
El Calvario de Alcorisa se llena de vida el 15 de septiembre de cada año para este acto, que se vive prácticamente desde que se es recién nacido y siempre «con gran emoción». «Un día de reencuentro», «una cita a la que no se puede faltar» o «el acto más importante y querido de todas las fiestas» es lo que significa para muchos de los vecinos más mayores, quienes pese a la edad suben las costosas cuestas llenas de piedras con paciencia y «gran devoción» mientras recuerdan los días en los que hacían el mismo recorrido de la mano de sus padres. Aunque ellos no son los únicos en asistir a la cita. Junto a ellos también participan padres y madres de familias, algunos muy jóvenes, que parecen querer crear ese mismo recuerdo junto a sus hijos. «Desde que nace un niño en la familia ese mismo año sus padres le suelen subir en brazos al Calvario. Es importante que conozcan la tradición», explicaba tras la subida una madre alcorisana mientras sujetaba la mano de dos niñas vestidas con el traje regional.
Esta vez la cita sufrió alguna que otra alteración por la climatología. La Comparsa de Gigantes y Cabezudos, por ejemplo, apenas pudo permanecer más de algunos minutos en la cima del Calvario y tuvo que marcharse antes de que comenzara la misa. Se decidió así para evitar «que la lluvia pudiera afectar a los Gigantes», y para evitar que quienes portan estas estructuras de gran tamaño pudieran resbalarse al bajar. Su recorrido, por tanto, fue más corto que otros años, pero eso no impidió el disfrute de sus integrantes. «Es una pena que el mal tiempo coincidiera con el acto, porque es uno de los más importantes para nosotros y el motivo por el que se fundó en su día la Comparsa. Pero aún así lo hemos disfrutado igual», explicó Mario Alloza, miembro de la junta de la Comparsa, la más numerosa de toda Aragón con un total de 15 gigantes.

El resto de asistentes sí que pudieron permanecer en una misa que comenzaba con normalidad pero que terminó mucho antes de lo esperado como consecuencia de la llegada de la tan temida lluvia. Entre ellos, además de la corporación municipal y los representantes de las fiestas de Alcorisa de este 2023, se encontraban otros tantos vecinos que llenaron la estampa final de paraguas. «Creo que ha sido la misa más corta en la historia de las fiestas de Alcorisa«, se despidió el párroco local.
Pese a ello, el alcalde de la localidad, Miguel Iranzo, valoró positivamente un acto «que supone mucho para todos los alcorisanos». «Todos estábamos preocupados por el tiempo, pero estamos contentos porque hemos podido salvar gran parte del acto. Esperemos que el tiempo mejore y que las fiestas continúen con esta buena afluencia de asistentes», concluyó.
De la suspensión de las vacas por las calles por la mañana por la cornada a un joven no se sabe nada?